Esa Navidad cambió mi vida. [Completa]

Parte 15 Me agrada el trabajo y también la compañía.

Después de su encuentro con Ashley, Evie había quedado muy sensible y triste, así que se fue a llorar fuera de la vista de los demás cerca de un árbol del campus, o por lo menos eso creía ella. Allí se encontró con el Profesor Williams, que la consoló y la ayudó a sobreponerse, por lo que estaba muy agradecida.

Casper Williams, era un hombre joven, tenía veintiséis años, pero por su destacada carrera, y por ser egresado de esa universidad con excelentes calificaciones y graduado con honores, ya era profesor de su Alma Mater. Era alto, de cabello castaño y ojos verdes, tenía porte atlético, pero su rostro era severo. Era bien conocido por su alto nivel de exigencia. A muchos les aterraba su clase, donde solía cuestionar en público el desempeño de los estudiantes.

Esa mañana, el Profesor Mason la llamó temprano, para explicarle que no sería un trabajo muy importante. Consistía en revisar expedientes que manejaba junto a uno de sus socios, pero que si deseaba trabajar con ellos, la esperaban por la tarde y que se fuera en ropa cómoda, tendría que revisar un gran archivo. Evie aceptó encantada, sería una nueva experiencia y se mantendría ocupada, además de recibir un ingreso extra, que nunca estaba demás.

Por la tarde Evie se preparó, se vistió con un jean azul, una blusa ajustada color lila y sandalias bajas, se veía muy bien, quería dar una buena impresión así que salió temprano. Cuando llegó y se acercó a la recepcionista para que notificara su llegada, la hizo esperar un momento. De una de las oficinas salió el Profesor Casper. Estaba sorprendida de verlo allí y sobre todo que caminara hacia ella.

—Hola Evie, acompáñame —dijo Casper con una sonrisa que borraba toda severidad de su rostro.

—Hola —respondió Evie, siguiéndolo con curiosidad.

—Esta es mi oficina —dijo indicando una puerta por la que pasaron y que estaba cerrada, luego añadió—: pero trabajaremos en el archivo, queda más allá. —indicando otra puerta que se ubicaba casi al final y estaba más escondida.

—Bien, disculpe la pregunta pero ¿usted es el socio del Profesor Mason? —preguntó Evie con curiosidad.

—Así es, ¿tiene alguna objeción Señorita Sanders? —preguntó Casper muy serio.

—Ninguna Señor, para mi será un placer trabajar con usted —respondió Evie con una sonrisa.

—Me alegro, pero te advierto que tendrás que trabajar duro y repetir el proceso cuando te lo indique —aseguró Casper con severidad.

—El trabajo duro enseña y la repetición hace al maestro... no tengo problemas con eso —respondió Evie con tranquilidad.

Casper no pudo evitar reír y la invitó a sentarse al lado del escritorio y él se sentó al frente de ella.

—¿Siempre tienes una respuesta para todo?

—Generalmente —dijo Evie más relajada al ver la actitud de Casper.

—Aquí puedes llamarme Casper... para no ser tan formal... aunque pasaras mucho tiempo sola, te lo advierto... Debes revisar los expedientes, aquí te dice lo que deben contener —dijo Casper señalando una carpeta—. Si encuentras algo fuera de lo usual me informas ¿entendido?

—Tengo una pregunta... ¿creen que alguien manipuló sus archivos o... lo hacen por diversión? —preguntó Evie con malicia.

—El Profesor Mason me advirtió sobre ti y no di crédito a sus palabras. Muy bien Señorita Sanders. Tiene toda la razón lo hacemos por diversión —afirmó con picardía Casper y luego continuó—: No es cierto, tuvimos un asistente que pasaba información y aparentemente también sacaba lo que necesitara, así que creemos que también pudo haber alterado documentos. Sólo te agradecemos tu discreción. —pidió seriamente Casper, mirando embelesado los ojos de Evie.