El día del cumpleaños de Evie apenas comenzaba, pero parecía que un tornado había devastado a una ciudad. Una mezcla de intensas emociones se respiraba en el ambiente, algo que Jake había notado entre Brayan su profesor, y su chica Evie, era obvio que entre ellos había pasado algo. Así que no se quedaría con la duda, ese mismo día obtendría una explicación.
Evie, abrazaba fuertemente a Jake mientras conducía rumbo a su casa, con la ayuda de sus padres habían obtenido un permiso para retirarse de clases, con la excusa de celebrar el cumpleaños de Evie. Cuando llegaron la casa de Jake estaba sola, sus padres trabajaban y él era hijo único. Abrió la puerta y tomó de la mano Evie para luego cerrar la puerta al entrar, mientras subían la escalera rumbo a su habitación. Ninguno de los dos había dicho una sola palabra desde que salieron de la escuela.
—Esta es mi casa —dijo Jake con una sonrisa—. Bienvenida.
—Gracias —dijo Evie mientras observaba el lugar.
Cuando entraron a la habitación Jake cerró la puerta con seguro y se sentó en la cama, haciéndole una señal con su mano a Evie para que lo acompañara. Evie se sentó a su lado dejando primero sus libros en la mesa de noche, al igual que su bolso. Era una habitación amplia y tenía su propio baño, además tenía consolas de videojuegos y computadora, se notaba que los padres de Jake lo consentían.
Evie se acercó a él acariciándolo con suavidad, luego comenzó a besarlo muy intensamente. Jake correspondía a sus besos y a sus caricias, mientras Evie le comenzaba a quitar la ropa y también se quitaba la suya, pero cuando los dos estaban desnudos y acostados en la cama, Jake le preguntó:
—¿En verdad quieres estar conmigo?
—Claro que sí, no entiendo la pregunta —dijo extrañada Evie.
—¿Hay algo entre tú y Brayan que deba saber? —preguntó Jake mirándola a los ojos.
Evie no se pudo contener más y estalló en llanto, poco a poco le fue contando a Jake su historia, su terrible decepción y la sorpresa de haberlo encontrado allí. Jake se mostró muy comprensivo y sólo la abrazaba y la acariciaba dulcemente esperando que se calmara.
—No te juzgo Evie, lo que hiciste fue por amor, aunque no te correspondieron. Pero no quiero ser el paño de lágrimas de un día, quiero que me digas si de verdad ¿quieres estar conmigo?
—Desde que te vi me gustaste mucho. Además eres dulce, comprensivo... en verdad quiero estar contigo y que me acostumbres a tu cuerpo, ayúdame a olvidar ese amargo momento.
Las palabras de Evie fueron suficientes para Jake, desatándose entre ellos un apasionado momento. Jake exploraba cada rincón de su cuerpo, mientras Evie disfrutaba de sus caricias y buscaba hacer que su compañero disfrutara al máximo de ese encuentro. Así pasaron casi todo ese día, sin salir de la habitación, hasta que terminaron abrazos y acariciándose mutuamente.
Jake dándole dulces besos le susurró al oído.
—Sé que puede parecerte demasiado pronto... pero, te amo.
—Yo también te amo Jake, no me dejes —suplicó Evie entre lágrimas.
—No tengo intención de hacerlo, desde hoy eres mi novia ante todos y te quiero sólo para mí, es lo único que te pido.
—Te aseguro que mientras tú lo quieras, sólo seré tuya... siempre que tú me correspondas igual —aseguró Evie con firmeza.
Jake no pudo evitar reír y abrazando a Evie le dijo:
—Así que estamos haciendo un pacto de fidelidad..., no pienso defraudarte, pero debes prometerme algo
—¿Qué? —preguntó Evie.
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Esa Navidad cambió mi vida. [Completa]
Roman d'amourEvie Sanders, es una chica normal de 16 años, cuya vida cambiaría después de un viaje de vacaciones con su familia, tendría que pasar toda una semana en una Isla del Caribe, precisamente en Navidad. Al regresar, debía abandonar su casa y a sus amigo...