Yandere ¡Pescador! x ¡Sirena! Reader:

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Pedido por lia_lee34

Yandere: William, que parece que se ha ido de vacaciones.

Advertencia:

*Narradora PO.V*

Era una mañana de junio, al norte de la bahía de Iwrira. Un niño de cabello negro y ojos verdes salía con su padre a la pesca en las costas de la ciudad junto a la playa. Estaba navegando junto a su padre en un pequeño barco y William, al acercarse a la orilla de este, ya estando un poco despegados de la playa y del muelle, vio pasar cerca del barco a una niña pequeña, pero esta estaba de espaldas, por lo que no podía ver su rostro y pudo ver un detalle peculiar en ella y es que ella tenía en vez de piernas una... ¡¿Cola de pez?!

--¡Papá mira! ¡Aquí en el agua!-- Llamó a su padre con entusiasmo por lo que vio y este se acercó al niño.

--¿Qué sucede hijo? ¿Qué viste?-- William le iba a enseñar y para ello apuntó al agua pero allí no había nada más que algunos peces pequeños, lo que lo desconcertó y desanimó.

--No es nada, olvídalo, solo creí haber visto un pez muy exótico por ahí-- Su padre solo suspiró y volvió a lo suyo, pero el pequeño William sabía que eso no se trataba de un pez en concreto, sabía que esa niña mitad humana mitad pez era real, pero sabía que si se lo decía a su padre, él no le creería en lo absoluto, pero eso no lo detendría en su nueva aventura.

Por otra parte, esa niña de apenas cuatro años de edad, pertenecía a una especie alterna a la humana, conocida como "sirena", heredando esto de su mamá, quién le enseñaba a convertirse de sirena a humana y viceversa, por lo que a menudo iban juntas a la playa juntas, ya que era algo que ambas necesitaban. Lo hacían en la mañana, en la tarde y en las noches solo en primavera o verano. La niña, aparte de heredar la cola de sirena similar a la de su madre y la habilidad de transformarse a humana normal y guardar apariencias, heredó ese canto único de las sirenas.

En cuanto al padre, pues este es un humano al que su madre sin quererlo, atrapó con su canto y accidentalmente hizo que se enamorara de ella, y el resto es completamente historia.  La niña ya iba a su casa cerca de la ciudad frente a la playa con muelle junto a su mamá, quién a diferencia de ella sí sabía controlar el cuando transformarse en humana y cuando en sirena.

--Entonces hija, ¿te gustó el día de hoy?-- Le preguntó la madre a su hija nada más llegar a la puerta de su respectiva casa, dónde estaba el esposo y padre quitándose sus zapatos y enfriándose un poco tras llegar algo exhausto del trabajo.

--Claro, aunque aún no logro controlarme  cuando salga o no mi aleta-- Ese era un problema recurrente en la niña, a tal punto de que a veces llegó a frustrarse por no poder controlarlo como le gustaría. Otra cosa es que ella estaba empezando a desarrollar el típico canto de las sirenas, por lo que al tener muchas cosas de esa especie que manejar, no pasa mucho tiempo con su padre tanto como le gustaría.

--¿Cómo les fue?-- Les preguntó el mayor a ambas luego de buscar un par de toallas para ambas.

--Nos fue muy bien, papi. Ya extrañaba un poco el fondo del océano-- Comentó la hija yendo dieecto al baño, pues ya sabía que tenía que bañarse y lavarse el pelo con agua tibia para quitarse la arena de playa de encima.

--Que bueno, ¿qué hay de ti cariño?-- La pequeña se fue bañando mientras sus padres conversaban sobre diversos temas de sus vidas cotidianas.

A la pequeña le encantaba la vida tanto en tierra firme como en el océano. En una puede mezclarse facilmente entre humanos  y experimentar cosas como un cálido verano luego de tanto frío en el mar, mientras que en el otro puede explorar los arrecifes hermosos sin correr el riesgo de morir ahogada.

Frases y cosas de un chico Yandere #2 (PEDIDOS CERRADOS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora