Frases y cosas de un chico Yandere #2 (PEDIDOS CERRADOS)

Yandere ¡Dictador! x ¡Female! Reader:

*Yandere: William.

Advertencia: Mención de torturas, dictadura, mención de violación y aparte se hará uso de un país ficticio que ya he mencionado en otro apartado, e igualmente usaré otro nombre para un nuevo país ficticio. Y como no, referencias a la esclavitud.

*Narra ____*

Los días en Iwrira no eran muy buenos actualmente.

Nuestro presidente Iwrirano fue involucrado en una guerra tras aliarse con los estados unidos contra Alemania y el país de Uplia, el que nos ganó, matando a nuestro presidente y gobernándonos... o mejor dicho, sometiéndonos a todos a una dictadura y represión violenta. Se avisó por la radio que él será nuestro presidente querramos o no, y que si intentamos oponernos usará la fuerza y la violencia sin excepciones.

Mi hermana gemela y yo fuimos vendidas como esclavas cuando teníamos quince años por el simple hecho de que papá nos odiaba a ambas por según él, haber sido errores, pese a que nuestra madre no quiso, pero las mujeres rara vez son escuchadas. Antes de esa vida, ambas teníamos 15 años y pese a nuestro padre, tratábamos de llevar nuestras vidas como mejor pudimos junto a mi hermano menor, Darius, de unos 14 años en aquel entonces, y junto a mamá, claro.

Nuestro padre nos empujó a ese camión junto a otros militares. Habían otras mujeres y no, no solo de piel oscura, sino de todos los colores posibles, dando a entender que a este dictador en concreto no le importa nada de sus nuevos súbditos más que ser un hombre frío y represivo.

--Vaya, un par de gemelitas luego de mucho tiempo. Definitivamente me divertiré mucho con ustedes-- Dijo uno de los militares, mirándonos de manera perversa a ambas. Ni mi hermana ni yo, ni ninguna de las otras mujeres del lugar dijo nada, principalmente porque otro soldado se subió con nosotras, armado y luego se cerró la puerta. El soldado se sentó cerca de la puerta y solo nos dijo a todas:

--Más les vale mantenerse calladas hacia su nuevo destino, escorias. Si no quieren recibir un terrible castigo más de lo que les espera-- Mi hermana y yo solo permanecimos en silencio al igual que las otras mujeres asustadas, y no dijimos nada durante todo el camino.