FALLEN ANGEL

Capítulo 7: Fall Into the Sea

Harry se había instalado en Grimmauld con sorprendente rapidez, y Kreacher lo apodó "el joven maestro" o "el joven príncipe" casi de inmediato. Al elfo parecía gustarle que hubiera alguien joven a quien servir y, al mismo tiempo, parecía estar bastante ansioso por conocer todos los gustos, disgustos, hábitos y aficiones de Harry. Hacía constantes reverencias a Harry, y aunque le costó un poco acostumbrarse, se enteró por carta de Ron que a los elfos domésticos les gustaban ese tipo de cosas. Fue con motivo del amanecer formal de julio que tuvo una visita inesperada en forma de Dobby, que se lanzó sobre Harry, como de costumbre.

-Hola, Dobby-, dijo Harry, acariciando su cabeza.

-¡El director Dumbledore envía a Dobby con una nota para el gran señor Harry Potter, señor!-, gritó el pequeño elfo, y le tendió el trozo de pergamino.

Harry cogió el pergamino y lo miró un momento antes de abrirlo, mientras Dobby seguía aferrado a sus piernas.

Harry,

Espero que este verano te encuentres bien, cuando por fin estés en tu propio hogar.

Como regalo de cumpleaños anticipado y con el pleno acuerdo de Dobby, lo he liberado del servicio en Hogwarts, ya que prefiere formar un hogar contigo en Grimmauld. Parece que el joven Dobby te considera su Maestro, y no quisiera que se entristeciera. Si estás de acuerdo con esto, entonces, por supuesto, retenlo a tu servicio.

Te veré esta noche, durante la primera reunión de la Orden del Fénix, prevista en la cocina. Ahora que eres un residente permanente de la casa y estás bajo la tutela de Sirius, dudo que seas excluido.

Firmado,
Director Albus Dumbledore

-Dobby-, dijo Harry con cuidado, y el elfo se separó de las piernas de Harry para mirarlo. -¿De verdad quieres ser mi elfo doméstico?-.

-¡Sí, gran Maestro Harry Potter, señor!- cacareó Dobby. -¡Dobby siempre quiere ayudar y servir al gran Maestro Harry Potter!-.

Harry se rió. -Muy bien, entonces-, dijo, poniéndose en pie. -Kreacher está preparando un banquete en las cocinas para la reunión de la orden de esta noche. ¿Por qué no vas a ayudarle?-.

-¡Sí, Maestro Harry!-, gritó, lanzándose de nuevo a las piernas de Harry, antes de desaparecer con un súbito chasquido.

Harry se rió, guardando la nota de Dumbledore en su bolsillo mientras salía de la biblioteca y bajaba las escaleras. Pudo oír a Sirius hablando con alguien a través de la red Floo, y supuso que era Remus, que llegaría más tarde esa noche. Estaba terminando la llamada cuando Harry entró en el salón y le dedicó una sonrisa a su ahijado.

-Pareces más contento-, observó.

-Dumbledore ha enviado un regalo de cumpleaños anticipado-, respondió Harry.

-¿Oh?- preguntó Sirius. -¿Qué es?-.

-Bueno...- Comenzó Harry.

-¡Dobby sólo quería ayudar!- llegó un grito desde la cocina.

-Oh, Merlín-, dijo Harry, y salió, con Sirius pisándole los talones, y abrió de golpe la puerta de la cocina, y vio a Dobby encogido en un rincón, con Kreacher sosteniendo una cuchilla en alto.

-¡Kreacher!- gritó Sirius, y Kreacher adoptó rápidamente una postura de espalda recta y bajó el enorme cuchillo.

Harry se adelantó entonces, haciendo una seña a un asustado Dobby, y el elfo más joven se lanzó rápidamente alrededor de las piernas de Harry. -¿Estás bien?-, le preguntó, examinándolo para ver si estaba herido. -¿Te ha hecho daño Kreacher?-.