Capitulo 26

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Halley vió a Isaac irse y sonrió.

Sabía que el chico quería participar, más que nada por su odiosa afición a ponerse en peligro. Pero ella estaba feliz de verlo así.

También tuvo qur aguantar una carcajada al ver la expresión de Dumbledore, que parecía haber comido algo agrio. Aunque el viejo director no tardó en recuperarse y componer su habitual sonrisa.

- ¡Excelente! Ya tenemos a nuestros tres campeones. Estoy seguro de que puedo confiar en que ustedes, incluyendo a los alumnos de Durmstrang y Beauxbatons, darán a sus respectivos campeones todo el apoyo posible. Al animarlos, contribuirán significativamente...

Dumbledore se calló de repente y todos sabían porque.

El fuego del cáliz había vuelto a ponerse rojo. Otra vez lanzaba chispas. Y de nuevo una lengua de fuego lanzó un pedazo de pergamino.

Dumbledore lo atrapó. Una larga pausa se hizo después de que lo leyera. Todo bajo la mirada de todos los estudiantes y profesores presentes.

- Halley Potter.

Halley permaneció sentada, aturdida y atontada mientras todos la miraban.

No hubo ningún aplauso o grito, no es que lo esperara, miró a sus amigos, con una mirada confundida.

- ¡Halley Potter! ¡Levántate y ven aquí, por favor!

- Ve, Halley.

Hermione le dió un leve empujón y Halley empezó a caminar, tambaleándose durante lo que le pareció una eternidad para llegar a la mesa de profesores.

- Cruce la puerta, Srta. Potter.

Halley lo hizo, sin poder pensar claramente en lo que sucedía a su alrededor.

Al entrar vió a Isaac, Fleur y Viktor, todos hablando amenamente, ignorantes a lo que ocurría fuera de la habitación. Al menos hasta que Isaac volteó y la vió.

Isaac vió a la chica, la cual se veía confundida, aunque también parecía estar algo temerosa de lo que ocurría. Finalmente pareció volver a la realidad y sus ojos miraron los de Isaac.

- Halley...

- Zack... Y-yo no...

No podía ser.

Él se aseguró de que nada pasara, pero ahora, parecía ser que ella de alguna manera había entrado al torneo.

Isaac corrió hacia ella y la tomó de las manos.

- Halley se honesta conmigo - la chica asintió -, ¿Pusiste tu nombre en el cáliz?

- N-no, no, no lo hice. No fui yo. - tartamudeó Halley.

Isaac miró sus ojos, asegurándose de que ella no le mintiera. Al hacerlo lo confirmó, ella era honesta.

- Bien, entonces buscaremos alguna forma de arreglar esto. Tal vez podamos sacarte.

El oji-verde sabía que decía desvaríos, sabía que su tono de voz sonaba implorante, sabía que lo que decía era imposible, pero no pensaba claramente, solo pensando en mantener a Halley segura.

- ¿¡Qué pasó Dumbledore!? - se escuchó el grito de Karkarov, sacando a los adolescentes de su confusión.

- ¡No lo se!

Los cuatro adolescentes vieron a los directores, algunos profesores, Bagman y Smith entrar a la sala en la que estaban.

- ¡Halley! ¿¡Tú pusiste tu nombre en el cáliz de fuego!?

Reencarnado en Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora