Capitulo 6

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El duelo había terminado y Lucius había sido enviado a St. Mungo, después de que yo lo descongelara, para ser tratado de sus heridas. Dejando la responsabilidad de la reunión sobre su esposa.

Isaac: Bien, eso fue divertido, ¿No?

Sr. Greengrass: Debo admitir que usted es fuerte. Y aunque no quiera, tendré que acceder a su contrato de matrimonio con mi hija.

Isaac: Eso es bueno, entonces aquí esta el dinero -le entrego el saco con galeones- y aquí -saco un pergamino de mi bolsillo- esta el nuevo contrato.

El señor Greengrass ya tenía la pluma en la mano y estaba a punto de firmar cuando la señora Greengrass decidió intervenir.

Sra. Greengrass: Tsk, ¿Por qué tenemos que dejar que este niño se salga con la suya?

Sr. Greengrass: Porque cumplió con las condiciones para la cancelación del contrato con los Malfoy... Pero ciertamente tampoco deseo esto... Hija, creo que no haremos esto.

Daphne: ¿¡Qué!? ¡Pero dijeron que podría estar con Isaac si el cumplía con sus absurdas condiciones! ¡Y LO HIZO! ¿¡Qué más quieren!?

Sr. Greengrass: No me levantes la voz, Daphne, dijimos que no, así que no se hará.

Daphne: ¡Claro que se hará! ¡Yo no estoy dispuesta a ser el juguete de Malfoy!

Sra. Greengrass: Si sigues con ese comportamiento te quitaremos todo derecho sobre nuestro apellido, ¡Serás desterrada de los Greengrass! ¿Dónde vivirás? ¿Qué harás? ¿Eh? Sin nuestro nombre no serás nada.

Eso hizo flaquear un poco la compostura de Daphne, pues si era desterrada de su familia, ¿Dónde viviría? ¿Qué haría? Esas dudas aparecieron en su mente.

Isaac: Eso no pasará, incluso si ella es dejada fuera de su familia yo la cuidaré, la convertiré en una vasalla de mi casa y vivirá con nosotros, ¿Te parece bien, Halley?

Halley: Por supuesto.

Las palabras de Isaac aliviaron a Daphne, haciéndola calmarse y que sintiera algo cálido en su corazón, felicidad.

Con una nueva resolución, Daphne fortificó su compostura y miró a su madre, determinada a no dejarlo salirse con la suya.

Daphne: Incluso si me dejan de lado, yo no estaré con Malfoy, no soy una moneda de cambio, Madre.

Sra. Greengrass: Si eso quieres, ¡Eso tendrás!

El señor Greengrass miró a Daphne como si estuviera profundamente decepcionado de ella.

Sr. Greengrass: *suspiro* Cuando te des cuenta de tu equivocación, no pienses en volver con nosotros, porque no serás bienvenida.

Diciendo eso, firmó el nuevo contrato de matrimonio y se fue con su esposa.

Narcisa: Ehh... ¿Puedo hablar ahora?

La señora Malfoy se sentía incómoda y creía que no debería haber visto la pelea familiar de antes.

Isaac: Oh, perdone por esto, Lady Malfoy.

Narcisa: No, tranquilo. Esta bien.

Isaac: Ya terminamos, así que puede retirarse si gusta.

Narcisa: No, de hecho quiero hablar con usted, Lord Woodman.

Levanté una ceja ante lo que dijo, no esperaba que ella quisiera hablar de otra cosa.

Narcisa: ¿Qué sientes por mi hija?

Isaac: ¿Qué siento por Delphi? Pues a decir verdad, no estoy seguro...

Reencarnado en Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora