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Comenzó a besar con desesperación al chico de cabellos color ceniza. Katsuki correspondió con la misma intensidad, logrando así un beso apasionado.
Tomó al menor de sus muslos con sumo cuidado y lo recostó sobre una de las camas, posicionándose encima del contrario.
Comenzó a deshacerse de sus prendas y de las del más bajo. Sus besos descendieron desde sus labios hacía su cuello y continuaron por su pecho y estómago. Bakugou tenía un cuerpo muy marcado y bien ejercitado.
Su vista se posó en aquel bóxer, en el cual se encontraba una gran erección que pedía ser atendida de inmediato.
Bajo lentamente el mismo, dejando libre el miembro ajeno. Con su mano derecha rodeo la hombría del menor, sacándole un fuerte gemido al instante.

— A-ah d-duele.

— Déjame ayudarte. —

Dicho aquello, comenzó a mover su mano, masturbando al de ojos rubí. Los gemidos y jadeos comenzaron a ser más frecuentes y fuertes, deleitando los oídos del pelinegro.

— Y-ya voy a acabar. — dijo entre respiraciones entrecortadas.

A los pocos segundos el de menor estatura se corrió, dejando sus fluidos sobre su abdomen y mano del contrario.
El apodado Kacchan se sorprendió al ver cómo el doctor llevaba su mando llena de sus fluidos a su boca y daba una gran lamida a la misma. Ahora su miembro comenzaba a sentirse duro.

— Cariño, sabes delicioso.

Un fuerte sonrojo se hizo presente en su rostro, quiso murmurar un insulto pero soltó un fuerte gemido al sentir como el de ojos café introducía uno de sus dedos -con lubricante cabe recalcar- en su entrada.

— M-mn d-duele. — se quejo con lágrimas en sus ojos.

Limpio las gotas que caían por las mejillas del menor y beso la mejilla derecha del mismo.

— Se que es incómodo y duele, pero cuando te acostumbres te sentirás mejor, te lo aseguro.

El más bajo asintió y el ajeno continuó con su labor. Metió dos y hasta tres dedos, como había dicho, Bakugou se estaba adaptando más a aquella sensación y ahora comenzaba a gemir con más fuerza.

— M-más rápido. — jadeó.

Saco sus dedos del ano del opuesto, se quitó sus pantalones junto con sus bóxers y se adentró con sumo cuidado en el explosivo. Procuro ser lento al comienzo, no quería lastimar al rubio cenizo.
Poco a poco su velocidad fue aumentando junto con los gemidos, jadeos y gruñidos de ambos.

— M-mgh a-así, a-ah mierda. — soltaba el de cabellos desordenados.

Hikaru se acercó al cuello del menor, dejando marcas en este. De su manzana de Adán bajo hasta llegar a sus pezones, donde comenzó a lamer, chupar y morder uno de ellos, logrando como resultado más gemidos y gritos de placer del rubio.
Dió unas cuantas estocadas más y ambos se corrieron gimiendo el nombre del contrario.

Se recostaron con sus respiraciones aún agitadas. Se taparon con las sábanas y se miraron a los ojos, no sabían que decir. Básicamente habían tenido sexo luego de haberse conocido hace aproximadamente un mes.

— Lindo, — llamó la atención del cenizo, el de cabellos oscuros. — quiero hacerte una pregunta.

El Doctor Coqueto [Bakugou Katsuki x Male Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora