El sabueso & la chica nube

VI. Palabras al viento

— ¿Por qué la cara larga, señorita? — le preguntó de pronto una voz que le sonaba particularmente familiar, sacándola de la burbuja de sentimientos en la que estaban.

— ¿Perdón? — soltó, volteándose de inmediato y encontrando a su lado el rostro del chico de la vez pasada — Oh, eres tú... Sanji, ¿verdad? — preguntó, cambiando la expresión a una más relajada.

— Así es, ¿cómo te ha tratado la vida, Nami? — dijo el chico, sonriendo de medio lado. Notaba que quizás sus días no estaban siendo tan buenos.

— Bueno, no puedo quejarme. ¿Qué tal te trata a ti? —.

— Debo decir que bastante bien, para que nos volviera a unir casualmente en este lugar — respondió sonriendo de manera sincera. 

— Sí... Recuerdo que si nos volvíamos a ver, me invitarías una cena. ¿Aún sigue en pie la propuesta? — mencionó Nami, dándole un par de sorbos a su café.

— Por supuesto, no podría declinar una invitación así a una mujer tan hermosa como tú. ¿Te parece bien esta noche? — y fue así como quedaron en salir.

De primeras, Nami no pretendía tener nada romántico con el chef, sin embargo debía aceptar que le gustaban sus atenciones. La noche de la primera cena, además de estar solos en el restaurante del que era dueño, la comida que le preparó estaba exquisita y el trato que le dio fue espléndido; había resultado ser todo un caballero, aun cuando se notaba que tenía bastante experiencia cortejando mujeres, aunque de ahí a que le resultara algo con alguna había un gran trecho.

Pasaban los días y la situación en la oficina respecto al Centro Comercial N seguía tramitándose, Luffy continuaba con su extraña actitud, Nami aún intentaba volverse cercana a sus compañeros de trabajo y las cosas con Sanji parecían avanzar lentamente, pero de manera agradable, sin la necesidad de apresurar o forzar nada.

Sanji
11:32 - Me gustó el beso que nos dimos el otro día.
11:32 - ¿Será posible repetirlo?

Nami
11:40 - No lo sé, no apresuremos nada, ¿bien?

Sanji
11:41 - No estoy apresurando las cosas, pero realmente besas muy bien.
11:41 - ¿Cuándo nos podemos ver?

Nami
11:45 - Y dices que no apresuras las cosas...
11:45 - Te contactaré cuando tenga tiempo, recuerda que mi trabajo es algo complicado.

Sanji
11:46 - Estaré esperando. Que tengas una linda noche, Nami-swan. ♡

— No es que me moleste, pero a veces Sanji es tan... Empalagoso —  susurró mirando los mensajes, antes de salir de su chat para ver la foto de perfil que tenía Luffy; aparecía picándose la nariz mientras miraba al infinito, ¿qué tan bobo podía llegar a ser?

Al día siguiente, a primera hora, el jefe Jinbe mandó a llamar a Nami, Usopp, Luffy, Robin y a los demás colegas que ya habían ingresado al lugar y que, por lo tanto, sabían cómo moverse al interior del edificio.

— Ahora que estamos todos, Robin, cuéntanos qué es lo que encontraste en el trozo de cadáver que estuviste analizando —  le pidió el hombre, colocando ambos brazos cruzados en su espalda. 

— Encontré un par de lecturas, pero nada que realmente sirva. Su causa de muerte fue por anemia aguda severa, es decir, se desangró y murió por ello. Se trataba de una persona de treinta y dos años, hombre y parecía no tener enfermedades. Murió hace más de cuatro meses, pero lo extraño es el estado de su cuerpo, es como si tras un lapso de tiempo muerto su cadáver hubiese dejado de descomponerse — contestó la chica, exponiendo en un proyector las distintas imágenes de sus análisis y resultados.