La Boda
Jimin carraspeó y le sonrió, mientras se mordía el labio, a su reflejo.
—Estás espectacular.— Dijo Taehyung detrás de él, y el pelirosa se giró para mirarse de costado.
Ocho meses habían pasado ya desde que Jungkook le pidiese matrimonio luego de tatuarle su nombre en la cadera, ocho meses en los cuales habían hecho tantas cosas que a Jimin le habían parecido años.
Habían encontrado otro departamento para vivir ellos dos solos, como un matrimonio, se habían mudado, habían preparado su boda, que sería una pequeña celebración con las personas más cercanas a ellos, y Jimin había comenzado con su tesis.
El pelirosa suspiró, mientras se alisaba las marcas de su pantalón blanco.
Habían decidido que no necesitaban nada demasiado extravagante, no lo querían. Se casarían en el enorme jardín de la casa de Kai, frente a sus viejos amigos, sus nuevos amigos de Seúl y sus compañeros de trabajo.
Jimin sentí una pequeñísima opresión en el pecho, y sabía que era porque no sería su padre quien lo llevara al altar ese día.
Hoseok no era una mala opción, claro que no, pero como todo chico, desde los seis soñaba con caminar del brazo de su padre, para que luego él lo entregara a su futuro esposo.
A pesar de los años que habían pasado, a Jimin todavía le dolía. Le dolía saber que sus padres tenían tan arraigados sus prejuicios como para nunca volver a buscar a su hijo. Era algo que escapaba a su comprensión, porque él estaba seguro de que cuando tuviera un hijo, lo amaría más allá de todo, sin importar las decisiones que tomara en su vida.
El pelirosa suspiró, decidido a dejar de sufrir por la testarudez de sus padres, y le volvió a sonreír a su reflejo.
Sus ropas blancas, se ajustaban a su cuerpo haciéndolo ver perfecto.
—¿Minie?— El pelirosa se giró para encontrarse a Hoseok, muy atractivo en un traje azul marino. —Ya es hora. Si no bajas ahora, Jungkook va a hacer un pozo en el jardín de Kai.— Jimin soltó una risita y se acercó a él, aceptando su brazo.
Taehyung se agarró a su otro brazo y así bajaron las escaleras los tres juntos.
Taehyung soltó un pequeño gritito y le dio un beso en la mejilla al pelirosa antes de encontrarse con Jin en la puerta de vidrio que daba al jardín, y ambos se pararon en fila delante suyo.
Jimin inspiró hondo, mientras se mordía el labio.
Iba a casarse. Iba a casarse con Jungkook.
Una suave música inundó el lugar, y su corazón se estrujó en su lugar.
Hoseok le sonrió alentadoramente, y tomado de su brazo, el muchacho caminó sobre el césped detrás de sus amigos.
Se le formó un nudo en la garganta y sus ojos se llenaron de lágrimas cuando divisó a su castaño, parado delante de la pérgola, junto a Namjoon. Él le sonrió y se mordió el labio mientras lo recorría con la mirada.
Llevaba un traje gris impecable, que cubría todos sus tatuajes salvo el anillo en tinta negra sobre su dedo anular.
Era la primera vez que lo veía usar un traje, y se veía malditamente caliente. Jimin prometió obligarlo a usar traje más seguido.
Soltó una risita nerviosa cuando su prometido le guiñó un ojo, y él le tiró un suave beso al aire, intentando controlar las lágrimas que caían por sus mejillas.
¿Cómo era posible amar tanto a alguien? ¿Cómo era posible ser tan diferente a una persona, y complementarse con el perfectamente?
Cada mañana, cuando Jimin se levantaba y veía a aquel hombre hermoso durmiendo tranquilamente a su lado, creía que no podía amarlo más, pero lo hacía.
ESTÁS LEYENDO
Tattoo - Kookmin
Fanfiction-¿Un tatuaje? ¿Acaso estás loco, Park? Espera, ya sé, Satán te ha poseído, no eres tú mismo en este momento, -¿Verdad? -¿Sabes qué, Jeon? Vete a la mierda-. Jungkook observó su precioso trasero alejarse de él. Park Jimin nunca, pero nunca, maldecía...