¿Es posible enamorarse en 90 días?
Bueno dicen que para el amor no hay imposibles así que todo es posible, sin embargo, en una relación que inicia en solo sexo no se tiene la certeza de que vaya a terminar de la mejor manera... porque... ¿Qué pasa s...
Yazmín: No te atrevas, Holland -amenacé con el índice- no lo hagas
Tom: Oh, pero claro que lo haré -gritó desde el trampolín-
Yazmín: Thomas, por favor... Tom... -con la mirada lo seguía mientras el corría por el trampolín- Tom... no... no...
Había pasado una semana mas desde que estábamos todos reunidos en la sala viendo fotografías de los hermanos Holland; una semana en la que convivimos como una familia en casa en lugar de salir a algún lado, veíamos películas todos juntos en la sala o nos dedicabamos a hacer nuestras cosas personales.
Durante esta semana no hablé tanto con mis padres, pues siempre han creído que si no estoy en casa es para disfrutar y alejarme de todos, así que prefieren no "molestarme" -como ellos le dicen- y yo solo puedo respetar su decisión, además, a pesar de que soy su única hija, no soy tan unida a ellos por lo mismo de que siempre estaban trabajando; por otro lado, sí hablé con Betza y Milo y conversamos sobre nuestras vacaciones, todos la estábamos pasando bien.
Fue una semana un poco difícil ya que por fin había aceptado que sentía algo más que una simple amistad por Tom, pero no se lo había contado a nadie, ni siquiera a Milo, porque lo conozco mejor que la palma de la mi mano y ya sabía con exactitud lo que me diría: "Te dije que te enamorarías... Esto era una mala idea y aún así te acostaste con él... Frena todo esto y olvidate de él... Ó si de verdad lo quieres y estás segura que él a ti entonces arriesgate... Si te hace sufrir creeme que le puedo quitar lo guapo..." y podría seguir la lista.
No estaba lista para escuchar esas palabras ya que mi cerebro se las repetía a diario, además, no estaba tan segura de sí sentía amor, simplemente lo quería diferente a una amistad.
Entre todos estos sentimientos que tenía y la convivencia diaria con Tom todo se volvió más complicado para mi corazón, pero, a la vez más fácil para mí, al tenerlo tan cerca ya no sufría ataques de ansiedad, o por lo menos no tan seguido, y por primera vez en meses me sentía completamente feliz.
Hoy habíamos decidido tener un día en la alberca y comer en el jardín, porque era un día muy bonito: soleado y refrescante.
En este momento me encontraba en uno de los camastros frente a la piscina recostada tomando el sol en traje de baño y a mi lado estaba Grace en las mismas condiciones mientras que los gemelos y Paddy estaban dentro de la alberca y Tom y Harrison hacían ocurrencias. Mi tranquilidad iba perfecta hasta que Tom lo hizo, se lanzó haciendo un mortal mientras Harrison le arrojaba un salvavidas para que se metiera en este y callera en la piscina.
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Al caer me salpicó toda, mojó mi cabello, mi traje de baño y pequeñas gotas de agua se adhirieron a los cristales de mis lentes.
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