Capítulo 99: Eres tú, siempre has sido tú

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|Narrador|

Las almas enamoradas ahora estaban en el mismo país, en la misma ciudad y a sólo unas calles de distancia; sin embargo, seguían estando en mundos completamente distintos: ella se encontraba en la oscuridad del balcón de su casa a la 1:40 de la madrugada, con insomnio, los ojos hinchados e inundados en lágrimas y miles de inseguridades mientras se preguntaba si lo volvería a ver o si su orgullo había actuado una vez más por ella haciendo que se aleje por completo. Cuando lo tiene enfrente lo único que piensa es en lanzarse a él y no soltarlo, pero a la hora de actuar, hace todo lo contrario. ¿Dónde estaría en estos momentos?

Él, sentado en una de las sillas de la barra de aquella taberna, ahora tenía dieciséis cervezas y media botella de tequila en la sangre y, aún en ese estado y rodeado de hermosas chicas que no le quitaban la mirada de encima, seguía pensando en ella y en qué dejó escapar la oportunidad de ser feliz hace años. Entonces, las palabras de su madre y Milo zumbaban en su cabeza. No se rendiría tan fácil, había hecho hasta lo imposible por encontrarla como para tirar ese esfuerzo a la basura.

Torpemente sacó su teléfono del bolsillo del pantalón y marcó los números que Milo le había indicado. Uno... dos... tres timbres fueron suficientes para poder escuchar su dulce voz a través del aparato.

*En la llamada*

|Yazmín: ¿Hola? -paró el llanto, aún así Tom se dio cuenta de que ella había estado llorando-

|Tom: Hola... -hipó-, Yazzz

|Yazmín: ¿Tom?

|Tom: Lamento molestarte -sorbió su nariz-, sé que no quieres saber nada de mí -hizo un berrinche gracias a los efectos del alcohol-

|Yazmín: ¿Estás ebrio? -trataba de concentrarse en entender ya que sus palabras no eran del todo claras-

|Tom: ¿No puedes responder algo que no sean preguntas? -rió-, pero en fin... Shhh... Ahora es mi turno de hablar... -tomó de un solo trago el líquido de su vaso para agarrar más valor-. Quiero decirte que el amor es difícil, como escribiste en tu libreta, si, encontré tu libreta en el sofá de tu habitación por cierto, bueno, la que era tu habitación y se convirtió en mi refugio porque me recuerda a ti, pero ya me estoy desviando... -de nuevo hipó-, el punto es que yo tampoco lo entendía y me costó bastante hacerlo -rió-, pero tú más que nadie sabe cuánto me tardé, tres años es demasiado... y al final lo descubrí, descubrí que el amor no es dejar ir a la persona que amas porque merece algo mejor, el amor es luchar por ser algo mejor para la persona que amas y yo estoy dispuesto a serlo... solo por ti -se sirvió otro tequila y lo tomó de fondo-. Sé que hay miles de hombres mejores que yo, que pueden merecer a una mujer tan especial como lo eres tú, pero soy un maldito egoísta y no quiero que encuentres a ese hombre porque quiero ser yo -se le salieron unas lágrimas-, quiero ser yo el que te dé un beso antes de dormir y uno después de despertar, quiero ser yo el que se levante en las mañanas y ver el desastre que es tu cabello y sentir el mal aliento de tu boca, quiero ser yo quien te conozca en pijama, el que te preparé el café para iniciar tu día y te espere en casa por las noches después de un día pesado de trabajo, quiero ser yo al que odies por no recordar una fecha especial o no levantar la tapa del inodoro, el que esté cuando sufras un ataque de ansiedad o te gradues de la Universidad, quien lidie con tus berrinches y consienta cada uno de tus caprichos, quien sea todo para ti como tú lo eres para mí... pero tengo miedo -se escuchó su risa irónica en el altavoz-, el amor es aterrador por eso no quería aceptar que estoy enamorado, tengo miedo porque estoy profundamente enamorado de ti, perdido en tus hermosos ojos e hipnotizado por tu tierna sonrisa y tú solo... -se escuchaba su llanto-. Traté de olvidarte, el alcohol es mi mejor amigo desde que te fuiste y fingí que era feliz con Zendaya, fingí una sonrisa en todas mis entrevistas y fingí que todo iba bien, pero no puedo fingir que no te extraño si te apareces en todo lo que hago -volvió a reír-, ¿puedes creer que me embriago para olvidarte y lo primero que pienso es en llamarte? Soy un estúpido, ¿no?, porque yo podría ser ese que te lleve a cenar, al cine, el que te haga feliz y te muestre aquellas cosas que deseas conocer y ahora lo hace otro... -susurró-

Todo en 90 días |Tom Holland|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora