¿Es posible enamorarse en 90 días?
Bueno dicen que para el amor no hay imposibles así que todo es posible, sin embargo, en una relación que inicia en solo sexo no se tiene la certeza de que vaya a terminar de la mejor manera... porque... ¿Qué pasa s...
Ya habíamos desayunado unos sándwiches con jamón y queso, algo ligero, así que después de dejar toda la noche mi celular conectado a una batería portátil, por fin podría perderme en el chisme con Milo y Betza, porque si, desde que Betza se enojó por ocultarle lo de Tom prometí contarle las cosas importantes, siempre y cuando fueran necesarias.
Como hace unos días, caminé en busca de señal para poder hacer la llamada. Hablé con mis padres, al parecer están muy felices porque les dieron las vacaciones perfectas y en unos días se irían de viaje a Australia, el destino soñado de mi padre y de regreso pasarían a Italia, a donde mi mamá le ha rogado a papá que la lleve. Por supuesto que me puse muy feliz por ellos, siempre han visto por mí y siento que se han privado de muchas cosas por estar conmigo; una de ellas era este viaje. Llevan planeandolo desde que que me gradué de preparatoria, pero entré a la universidad, insistieron en qué era tiempo de vivir sola y no quisieron irse por si llegaba a necesitar algo, así que ahora nada los detenía: yo estaba al otro lado del mundo disfrutando de un maravilloso tiempo libre -gracias a ellos-; y ellos, en casa llenos de trabajo porque cuando tuvieron oportunidad no se la dieron -gracias a mi-.
Terminando de hablar con mis padres iba a llamar a mis amigos pero Harrison insistió demasiado en que fuera con ellos a caminar y buscar un buen árbol para hacer un columpio, así que escribí un mensaje rápido que decía:
"Oigan, hablé con Tom. Les dije que nada había cambiado él sigue siendo solo sexo y un tanto mujeriego. Todo es como antes, solo nos acostamos."
Un mensaje corto pero creo que explica bien lo que quería decir, ya después les contaría todo lo ocurrido con Sam.
Regresé rápido a la casa de campaña, arrojé mi celular al colchón y salí corriendo detrás de los chicos, íbamos todos excepto Tom porque se iba a poner el calzado y después nos alcanzaría.
Caminamos y caminamos, "guiados" por Dom, guiados entre comillas porque, no es que no confíe en él, pero después de enterarme que se engrapó el pie a una madera me hace dudar un poco de su capacidad para poner atención a ciertas cosas. Pasados como diez minutos, llegó Tom pero, no se veía tan alegre, o por lo menos no conmigo. No le tomé tanta importancia, hay días buenos y días malos para todos.
Esta vez no caminamos tanto así que rápido llegamos a un gran árbol de donde ya colgaba una soga directa al estanque, perfecta para sostenerse de ella y arrojarse al agua y así lo hicieron Harry, Grace, Sam y Harrison y para no quedarse atrás, también las perras se arrojaron. Justo en ese momento pasó algo extraño: Tom me jaló -con un poco de brusquedad- del brazo alejándonos de todos.
Yazmín: No te molestes pero preferiría que usaras esa brusquedad en la cama y no cuando estamos frente a tu familia -froté mi muñeca, donde ya se habían marcado levemente sus dedos-
Tom: ¡Cállate! -dijo muy molesto-
Yazmín: Ok -ya estaba enojandome- esto es demasiado
Tom: ¿Te parece demasiado decirte que cierres la boca cuando solo la usas para hablar mal de las personas?
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