Primer ataque

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Ukyo, Tsukasa, Ryusui y Gen miraron con los ojos muy abiertos a Tsukiku, creyéndola perfectamente capaz de hacer lo que había dicho que haría, teniendo en cuenta que era una persona del futuro.

Por más que pensaran, ninguno podía llegar a una idea sólida de cómo salvarse de esto. Tsukasa sabía que le dispararía tan pronto diera un paso más en su dirección. Ukyo estaba seguro de que ella debía tener más trucos de los que dejaba ver, por lo que invalidaba cursos de acción como pedir ayuda o usar una distracción para que uno escapara. Ryusui estaba analizándola con la mirada, intentando descubrir si rendiría frutos o no el tratar de razonar con ella. Gen, por otro lado, ya estaba planeando qué estrategia de convencimiento usaría con ella, porque al menos quería tratar antes de que borrará sus recuerdos.

Tratar con ella debería ser similar a tratar con Senku, con lo idénticos que son, pensó Gen, sudando frío. Eso quiere decir que será increíblemente difícil y lo más probable es que vea a través de todas mis estrategias, pero al menos debo intentarlo.

Si veía a través de él quizás incluso fuera mejor, porque de verdad quería ayudarla.

—Tranquila, tranquila, dulce sobrinita~. —Quiso acercarse un paso más a ella, pero se detuvo cuando vio su dedo posarse sobre el gatillo. Tragó saliva—. No creo que quieras borrarnos la memoria, si tus planes son los que sospechamos~. Hasta podríamos ayudarte~. Juntar a tus queridos padres no es una tarea muy fácil que se diga, ¿o sí?~

Tsukiku frunció el ceño profundamente y, aunque su mirada permaneció inescrutable, Gen sabía que ella estaba pensando en lo que le dijo.

—Es una oferta muy generosa, querido tío, pero no pienso tomar ningún riesgo. —Sus palabras tan contundentes lo hicieron apretar los dientes con frustración, sudando profundamente. Si ella era igual de terca que sus padres, sabía que no había fuerza en el mundo que la hiciera cambiar de opinión, no había nada que él pudiera hacer—. Veo que no piensan contestar a mis preguntas, así que fue un placer tener este breve encuentro, pero es mejor que olviden. —Apretó el gatillo.

—¡Onee-chan! —Justo en ese instante, Shizuku se apareció y desvió el tiro hacia arriba, a lo que un diminuto dardo se clavó en el techo—. ¡Espera, no creo que debas hacerlo!

—¡¿Qué demonios, pulga?! ¡Te dije que me esperes afuera! —Forcejó para librarse de su agarre en el brazo en el que tenía el arma.

Los cuatro hombres las miraron con las bocas abiertas.

Gen sonrió aliviado.

Aparentemente había una fuerza en el mundo que podría hacer ceder a la terquedad Ishigami-Hizashi.

—Queremos ayudarlas —dijo rápidamente—. Y también somos fuentes de información valiosa. ¡Hay mucho que podemos decirles sobre la relación pasada de Senku-chan y Kohaku-chan!~

—¿Escuchaste eso, nee-chan? ¡Ellos pueden ayudarnos! —La hermana menor mantuvo el brazo de la mayor inmóvil apuntando al techo sin siquiera esforzarse.

—¡Eso lo podemos averiguar por nosotras mismas! ¡No podemos tomar un riesgo tan grande como este, Shizuku! —Siguió intentando inútilmente librar su brazo del agarre de hierro de la adolescente.

—Pero tú eres la que dice que debemos aprovechar cada segundo. —Hizo pucheros, bajando un poco el brazo de su hermana para quitarle el arma sin ningún problema, ignorando sus quejas y regaños—. ¡Ellos pueden ayudarnos! Y el señor del tiempo nunca dijo nada de que no podíamos recibir ayuda.

—¡Dijo que no debíamos intervenir en los sucesos de esta realidad! —Finalmente Shizuku la soltó y Tsukiku frotó su muñeca. Esa pulga apretaba fuerte—. Además, sé que ellos no confían del todo en mí, por lo que no pienso confiar del todo en ellos.

Última EsperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora