Tsukiku y Shizuku se la pasaron cocinando en compañía de Lillian, que estaba empezando a poner un poco de los nervios a Tsukiku con sus preguntas tan sutiles que a veces llegaban a confundirlas y hasta había logrado hacerlas contradecirse la una a la otra, haciéndolas hablar de su infancia y el lugar de donde venían.
Lillian sin duda sospechaba algo.
Sin embargo, para suerte de Tsukiku, Shizuku rápidamente entendió lo que su abuela intentaba hacer y sacó sus trucos de pulga rastrera, inventando excusas totalmente convincentes, hablando de todo con naturalidad y justificando contradicciones con inventos de que tenía mala memoria, pero diciéndolo como sin darse cuenta.
Lillian no había dejado de lado todas sus sospechas, pero ahora no tenía ninguna prueba o motivo lógico para dudar de ellas y sus historias, aunque debía decir que era la primera persona que le había puesto las cosas tan difíciles a Shizuku.
Ángel astuto vs ángel manipulador, la batalla del siglo.
Rio entre dientes ante su propia broma interna mientras trabajaba en cambiar las formas de los moldes para que su hermana horneara galletas luego de que acabara con el almuerzo.
—¿Y por qué es que no podrán regresar luego de irse? —preguntó Lillian a Shizuku en ese momento, ambas seguían en su juego de preguntas, poniendo a prueba la astucia y rápida reacción de la otra.
—Mi nee-chan dice que nos cuesta demasiado venir aquí, y es cierto... el viaje fue muy largo y agotador, en mi pueblo no hay aviones ni nada. —Suspiró con cansancio de un recuerdo perfectamente fingido—. Y tengo que terminar la escuela y todo eso.
—Además, una vez ella se gradúe, vamos a viajar mucho —agregó Tsukiku—. Y puede que hasta mientras estudie viajemos un poco, así que no serviría mucho que nos visiten tampoco, además de que para alguien que nunca estuvo allí también sería difícil llegar.
—Bueno, siempre hay internet... ¿No tienen wifi allá? —Lillian definitivamente era un adversario formidable, no era de extrañar que, si ella sospechaba, para Gen fue fácil descubrirlas.
—De hecho, no —contestó Tsukiku—. Yo hice mi propia instalación para recibir wifi, pero es para cosas muy específicas, no la desperdició en redes sociales, es un gran gasto energético.
—¿Y cómo hiciste para aprender a hacerla? ¿Cómo te educaste tan bien en un pueblo tan pequeño? ¿Tus padres estaban muy preocupados por tu educación y nunca pensaron en mudarse?
Tsukiku por un momento no supo qué decir.
Miró a Shizuku, que ya estaba abriendo su boquita mentirosa para hablar.
—Mamá y papá amaban a sus familias más que a nada, no se despegaban de sus seres queridos. —Shizuku sonrió genuinamente, tristemente—. Nee-chan estudiaba en la escuela del pueblo vecino, allí hay internet, pero son un par de horas de viaje.
—Ya veo, queridas, como lo siento, debió ser muy complicado. —Finalmente, Lillian pareció inclinarse más a creer en ellas, aunque luego siguió haciendo preguntas capciosas.
Ja, la batalla de los ángeles continuaba.
Estuvieron así toda la preparación del almuerzo, hasta que todo estuvo listo y llamaron a todos a comer, preparar la mesa y todo eso.
Su padre volvió del trabajo en ese momento, y volvió con Suika, que venía de la escuela.
Suika se presentó ante las hermanas con una sonrisa, pareciendo muy feliz de conocerlas.
—¿Tú eres Shizuka? ¡Senku-nii me ha hablado mucho de ti! —Sujetó las manos de Shizuku. Sorprendentemente, las dos eran de estaturas muy similares, Suika era apenas tres o cuatro centímetros más alta que Shizuku—. Tenemos la misma edad, ¿no? ¡Seamos amigas!
ESTÁS LEYENDO
Última Esperanza
FanfictionSeré amable y les daré solo tres pruebas. Existen millones, trillones, quintillones de realidades, en distintos tiempos, sucediendo todas a la vez. Les asignaré tres realidades, similares a la suya, pero con condiciones... desfavorables para que sur...