El inicio del final.

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DISCLAIMER: Este capítulo contiene ciertas escenas subidas de tono (relaciones sexuales algo explicitas) entre los protagonistas.

Esta es mi primera vez escribiendo este tipo de contenido, me disculpo por adelantado si sale mal...

Sumergida en una tina aromatizada con las más maravillosas plantas, rodeada de agua fría que la calaba hasta los huesos y desnuda frente a tantas otras mujeres, Elsa sencillamente no se podía creer que el día finalmente había llegado

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Sumergida en una tina aromatizada con las más maravillosas plantas, rodeada de agua fría que la calaba hasta los huesos y desnuda frente a tantas otras mujeres, Elsa sencillamente no se podía creer que el día finalmente había llegado. Le indicaron que se sumergiera rápidamente bajo el agua, por lo que tomó algo de aire –y muchas agallas para soportar el agua helada– y se zambulló dentro de la tina, dejando que su cabello platinado se moviera al son del agua perfumada. Tomó una gran bocanada de aire al salir a la superficie, las manos ajenas la sacaron rápidamente del agua, provocando que rápidamente empezara a temblar del frío, las mujeres velozmente la cubrieron con cálidas mantas que la hicieron suspirar del gusto. Astrid en especial se acercó para acomodar lo mejor posible la cantidad de telas que habían puesto sobre el delgado cuerpo de la extranjera.

–Abrígate bien y deja de temblar –ordenó con tono humorístico mientras aseguraba el nudo que había hecho para evitar que las toallas se abrieran exponiendo a la pobre niña al frío del norte.

Elsa hizo una mueca burlesca mientras chocaba los dientes irrefrenablemente. –Sois vosotras quienes me han metido en una tina fría en media nevada –se quejó sacándole unas risillas a las mujeres que la guiaban al cuarto que acomodaron para que se vistiera.

–Sois vosotros quienes se están casando en la temporada equivocada –respondió mientras la dejaba sentada en la cama de la habitación. Elsa se quitó un mechón húmedo de la cara con un movimiento de cabeza rápido, negándose a sacar ninguna parte de su cuerpo de las mantas–. Traed una más para su cabello –ordenó la joven Hofferson al ver como la pequeña no se desprendía de ni una sola de las toallas a pesar de que era evidente que tenían que secar su cabello. Una miembro de la familia Ingerman asintió rápidamente y salió de la habitación en busca de lo pedido, dejando que una brisa helada entrara–. Enero no es una buena fecha para casarse –insistió Astrid.

–Mientras más pronto lo hagamos será mejor –respondió Elsa mientras se aventuraba a secarse finalmente, desprendiéndose de una sola manta, intentando mantenerse cubierta frente al resto de mujeres que movían rápidamente sus manos para pasarle lo que necesitase. La matriarca de la familia Jorgenson, la hermana mayor del padre de Snotlout, empezó a colocar una venda sobre los pequeños pechos de la noruega, quien se quedó sorprendida por lo poco ajustada que estaba dejándola a pesar de que le había repetido hasta la saciedad que tenía que presionar los vendajes interiores todo lo posible para asegurarse comodidad a la hora de cualquier actividad. Se volteó en busca de la mirada de la señora Jorgenson, pero fue Astrid quien le respondió.

–Es para que sea más sencillo a la hora de quitártelo –explicó con una sonrisa burlesca, Elsa no pudo evitar que los colores se le subieran a la cara.

Huyendo del destino [HiccElsa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora