Asuntos resueltos

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Dentro del callejón Akuma, 20 hombres paseaban de un lado a otro, vendiendo cosas ilegales o arreglando cosas pendientes, ninguno de ellos lo suficientemente atento para ver a un niño entrar al callejón y seguir al grupo de hombres que acompañaban al rubio hasta el otro lado del callejón.

Muscular: ¿Y por que demonios me trajeron aquí?

Hombre1: Jaja, demonios ¿entienden? Porque el callejón se llama Akuma y...

*Bang

El hombre cayó muerto al suelo por un balazo de parte del rubio.

Muscular: ¿Alguien más?

Hombre2: Supimos que Deku te estaba buscando y planeamos atraerlo hasta éste lugar para una emboscada

Muscular: ¿Es todo? - pregunto fastidiado - ¡larguense de aquí y cuiden la entrada! - echó a todos de ahí - ese maldito me las pagará por haberme disparado, pero al menos maté a esos dos antes de irme

¿?: ¡Oye!

Muscular: ¿Qué? - giro en dirección al grito y vio a un niño sujetando un arma - ¿Quién eres?

Kota: T-tu mataste a mis padres, ¡¡no te lo perdonare nunca!! - sostuvo su arma con fuerza aunque le temblaba el cuerpo.

El niño siempre llevaba una pequeña pequeña cuando salía, esto obviamente por orden de su padre.

Muscular: ¿De qué hablas?... ya recuerdo, ¿eres el hijo de esos idiotas? Jeje que suerte del destino que nos encontráramos, planeaba acabar con Deku pero puedo divertirme un poco contigo - se acercó a él y aumentó sus fibras musculares.

Kota: ¡Alejate! - disparó a sus brazos pero las fibras absorvieron el impacto.

Muscular: Las balas no me hacen nada, fuiste muy estúpido al venir acá, pero gracias por haberlo hecho - levantó su puño.

...

Midoriya conducía a toda velocidad hasta el callejón donde se encontraba su hijo, los recuerdos de la muerte de sus amigos invadieron su mente pero se negó a que pasara lo mismo.

Tan pronto llegaron, todos bajaron del auto y activaron sus quirks para quitar a los hombres del camino y dejar al peliverde ir en busca del asesino.

Hombre3: ¡Alto! - preparó su arma.

Midoriya: ¡No tengo tiempo para esto! - golpeó el aire y se abrió paso mientras los demás luchaban contra los hombres armados.

...

Kota: ¡¡Aaahhh!! - una vez más fue estrellado contra la pared.

Muscular: ¿Qué pasa? ¿ya te cansaste? - lo alzó de la playera y apretó su cuello - perdón por no poder seguir jugando pero tengo que acabar contigo de una vez, fue un gusto conocerte

Midoriya: ¡Smash! - golpeó al rubio y lo alejo de su hijo al cual cargó - ¡Kota ¿estás bien?!

Kota: ¿Papá? - pregunto débil y con dolor.

Midoriya: ¡Debes salir de aquí! - vio un puño a punto de golpearlo y apartó al niño a tiempo, pero el golpe lo hizo estrellarse contra una de las paredes.

La esposa de un yakuzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora