Vacaciones merecidas, parte 2

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Sólo unas horas después de llegar al gran parque metropolitano, los yakuzas seguían disfrutando del día con sus familias, pero claro no puede faltar la emoción.

Midoriya: Las habitaciones del hotel también son insonoras, así que tal vez podríamos ir a ahí y terminar con lo que no pudimos la otra vez - susurró pícaro a su esposa.

La mochi se sonrojó tras recordar aquel momento en el que ambos se emborracharon luego de una fiesta y terminaron siendo uno, ella no se lo había dicho pero esperaba poder tener otra sección acalorada con su esposo y terminar su cometido ya que la última vez los dos terminaron durmiendose ni bien terminaron su primera ronda.

Eso y sin mencionar que la mujer realmente estaba agradecida por lo afortunada que era de tener un esposo bien dotado.

Uraraka: Podríamos ir en la noche, una vez que los niños ya estén dormidos - susurró devuelta completamente sonrojada.

Midoriya: Me parece bien, espero que aproveches el día porque mañana no vas a poder caminar - saltó a la piscina y empezó a nadar.

Uraraka: ¿Estaba hablando en serio? - se preguntó antes de irse al jacuzzi más cercano.

Midoriya: Oye Iida, ¿dónde están Eri y Kota?

Iida: Fueron a la tienda de comestibles - señaló la tienda.

Midoriya: Sólo espero que no coman demasiados dulces o si no Ochako definitivamente se enfadará

Iida: ¿Con ellos?

Midoriya: No, conmigo - contestó aterrado - la última vez que dejé que comieran muchas golosinas ella me hizo acompañarla a hacer sus compras y me mandó a dormir en el sofá

Bakugo: Jaja, ya sabemos quién lleva los pantalones en la relación - se burló de su amigo.

Camie: ¡Katsuki, ve a traerme un cóctel de mariscos! - ordenó acostada en su silla.

Bakugo: Sí cariño - obedeció sin protestar.

Midoriya: ¿Decías?

Bakugo: Cállate

Midoriya: Jeje - rió para luego ponerse un poco más serio - ¿alguna noticia del bando enemigo?

Iida: No mucho, vimos algunos de sus subordinados pasear por las calles de la ciudad y vender drogas en los callejones pero la policía ya los arrestó

Kirishima: Cierto, nosotros también investigando en la ciudad vecina y parece que hay menos actividad en Kamino que antes - comentó mientras flotaba en el agua.

Midoriya: Deben estar tramando algo - dijo con sospecha - revisaremos luego, por ahora olvidémonos del trabajo y disfrutemos del día

Kaminari: No pensé que las peleas verbales fueran tan buenas - dijo emocionado.

Midoriya: ¿De qué hablas? - preguntó confundido.

Kaminari: Tu hijo y el hijo de Byako están en medio de una pelea - señaló al grupo de personas rodeando a los mencionados.

Midoriya: No otra vez - salió de la piscina y se dirigió hasta ellos.

Kota: Vete de aquí y deja de molestar

La esposa de un yakuzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora