Capítulo 3.

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Luego de su 'pequeño argumento' con Emily, Alison decidió hacerle caso y mantener el profesionalismo.

O al menos eso planeaba.

Le avizó a Cece por mensajes de texto que no podría asistir a la reunión de esa noche, ya que estaría muy ocupada en su proyecto de literatura.

La mayor no estaba muy contenta con la noticia, pero luego de prometerle que iba a divertirse molestando a Emily, Cece la dejó en paz.

Se aseguró de que Jason no estuviera en casa, pues su hermano mayor y sus estúpidos 'amigos' que lo seguían a todas partes podían ser irritantes de vez en cuando.

Preparó el escritorio de su habitación para comenzar el proyecto. Reemplazó el maquillaje que ocupaba el mueble por sus útiles escolares y su computadora portátil, lista para empezar.

Colocó dos vasos con agua y un plato con papas fritas en el escritorio y esperó pacientemente a Emily.

No sabía cómo comenzar una conversación con Emily.

'Hola, Em! Lo siento por ser una perra durante cinco años. Te juro que luego de explicarte el por qué, me tendrás pena o estarás más enojada que ahora!'

No.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el irritante sonido del timbre.

Corrió hasta llegar a la puerta, pero no quiso parecer muy ansiosa, así que contó hasta siete y decidió abrirla.

"Hola, Em," se reprendió por usar el apodo cariñoso que solía usar para llamar a la morena, "pasa, por favor."

Emily asintió y le dedicó una pequeña y forzada sonrisa.

Se veía hermosa. Llevaba puestos unos jeans azules que abrazaban sus tonificadas piernas, dando una perfecta vista de su trasero. Llevaba puesta una musculosa blanca, cubierta por una camisa desprendida y una chaqueta de cuero negro.

Se veía hermosa.

Se sentaron en las sillas que rodeaban el escritorio de madera, y ambas sacaron de sus bolsillos los nombres de sus obras literarias favoritas anotados en papel.

"Bueno, Emily," la rubia fue cuidadosa y se refirió a la morena por su nombre, no su apodo, "veamos qué tanto tenemos en común."

Ambas posaron los trozos de papel en la mesa.

Lista de Alison D:
*"Poema 20," de Pablo Neruda.
*"Grandes Expectativas," de Charles Dickens.
*"Escondido en las Sombras," de Mary Higgins Clark.

Lista de Emily F:
*"Eleanor y Park," de Rainbow Rowell.
*"Carmilla," de Joseph Sheridan Le Fanu.
*"Grandes Expectativas," de Charles Dickens.

"Bueno, Emily, parece que tenemos un ganador," exclamó Alison, refiriéndose a la obra de Dickens.

"Eso parece," comentó Emily, una mirada perdida visible en su rostro, "me quedé pensando, conozco esa obra de Mary, pero nunca oí hablar sobre ese poema..."

"Nunca? Es bastante famoso," la rubia sacó su teléfono celular de su bolsillo trasero, buscando el poema en Internet para mostrárselo a la morena.

"Poema 20" de Pablo Neruda:

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Emily terminó de recitar el poema en voz alta, y Alison podría haber jurado que vio indicios de lágrimas en los ojos de la morena.

"W-wow," se aclaró la garganta "Mierda, Ali. Sabía que eras profunda pero no tan profunda."

La rubia solo sonrió, qué más podía hacer?

"Te gustó?" cuestionó, aunque ya conocía la respuesta.

"Me encantó. Definitivamente entró en mis favoritos."

Y la rubia volvió a sonreír, qué mas podía hacer?

Ese poema le recordaba demasiado a Emily.

Emily y ella habían sido inseparables por años, para de repente quedar como desconocidas por una estupidez no tan estúpida.

Alison amaba a Emily. Emily resentía a Alison. Emily estaba dolida. Alison estaba dolida y enojada consigo misma.

Antes de que las lágrimas escaparan de sus ojos, la rubia sacudió la cabeza y sonrió. Qué más podía hacer?

Who Are You? (Emison)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora