"Jessica!"
Alison y su madre se despertaron, asustadas, por el grito que pegó Kenneth desde abajo.
"Jessica! A dónde mierda estás?"
La vista de Alison se nubló con lágrimas, y sintió que su pecho era atacado por espamos, su respiración se estaba agitando. Sentía venir a un ataque de pánico, y tenía razones para agitarse de esa manera.
"Mamá, no. Por fa-"
"Jessica! Quién mierda te crees que eres?" se escuchó la dura voz de su padre, mientras este abría torpemente la puerta de la habitación, "llego de una dura noche de trabajo para encontrarme con una mesa vacía? Prepárame comida, mierda!"
Su madre le lanzó una mirada severa, advirtiéndole que no intentara nada.
"Quédate aquí."
Bajo corriendo las escaleras, temiendo que Kenneth le hiciera daño.
"Cuántas veces voy a pedirte que te comportes como un padre cuando Alison esté cerca?"
"Y yo cuántas veces voy a pedirte que hagas lo que las mujeres deben hacer?"
"Eres un maldito machista, Kenneth!"
Antes de que pudiera reaccionar, Jessica sintió un puño estamparse contra su mejilla izquierda, y su cuerpo fue empujado contra la barra de la cocina.
"Cuida tu tono al hablarme, Jessica."
Alison intentó cumplir su promesa. Intentó quedarse arriba. Intentó hacer de cuenta que no estaba pasando nada. Intentó fingir que su madre estaba bien, y que en poco tiempo subiría.
Lo intentó, pero al escuchar los sollozos provenientes de su madre, mandó todo a la mierda.
Bajó las escaleras para encontrarse con su padre sentado en la barra, y a su madee cocinando mientras lloraba en silencio.
"Crees que esto te hace más hombre, verdad?" Susurró, indignada con la actitud de su padre, "crees que por el simple hecho de golpear y maltratar a la mujer que te dió todo eres mejor persona? Crees que por arruinar una familia te sentirás mejor contigo mismo algún día?"
Kenneth DiLaurentis no mostró emoción alguna, solo se limitó a levantar la mano mientras se acercaba a su hija.
Justo cuando Alison supuso que iba a recibir un golpe, la voz de su madre detuvo a su padre.
"Kenneth! Basta. Nunca golpeaste a tu hija. No hagas esto."
Jessica fue rápida. Tomó la mano de Alison y la arrastró hasta su automóvil.
"Vete, Alison. Vete y no vuelvas hasta que mamá te lo diga, está bien?"
La jóven no podía creerlo. En serio pensaba su madre que la dejaría sola?
"Mamá, yo no me voy sin tí. Por favor, ven."
Jessica pareció dudar por un momento, pero su hija era una testaruda, así que se vió obligada a subir al vehículo.
Conducieron por horas, hasta alejarse del mundo.
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"Em? Estás bien?"
Emily salió del trance en que se encontraba, en cuanto escuchó su nombre siendo llamado por Aria.
"Lo siento, me fuí. Estoy bien."
Echó un vistazo a la habitación. Spencer estaba leyendo '50 Sombras de Grey' con una cara de disgusto, Hanna estaba hojeando la última edición de la revista 'Rolling Stone', Aria estaba pintando garabatos en una hoja lisa, y Emily estaba viendo un partido de fútbol en la televisión.
