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-Sakura- La llamó calmada mente, pero la genin la ignoro al parecer esta en una especie de trance debido a sus malos recuerdos y pensamientos.

[Saku... Pequeña, eres muy especial. Yo creo en ti]. La voz de Iruka empezó a resonar en su mente logrando asi tranquilizarla, Kikyo se quedo viéndola
atentamente, notando como su energia oscura se va purificando de a poco.

<<Esta niña tiene la habilidad de purificar su propia energía, si tan solo lograra dominar esa técnica. Seria muy fuerte, aunque su lado oscuro es preocupante> Pensó seria, la pelirrosa abrio los ojos que estan un poco lagrimosos debido a los malos recuerdos que tuvo hace un instante.

—Kikyo-sensei, ¿Que pasó?-.
Pregunto curiosa viendo a la mujer quien aún no entiende muy bien que ocurrió, ya que al principio la kunoichi estaba tranquila, un poco frustrada debido a su mala puntería pero tranquila, luego en un instante su energía comenzó a oscurecerse de manera rápida hasta tal punto de alertarla... Pero en un segundo se volvió pura, como si no hubiera pasado nada. En fin tal parece que Sakura jamas deja de sorprenderla; se sentó junto a ella para mirar el cielo un instante antes de suspirar.

-Para serte sincera ni yo entiendo que ocurrió. Solo empezaste a hacer algunos gestos de molestia/enojo hasta el punto de emanar energia muy oscura... Pero cuando iba a encargarme de eso. Todo se calmo y tú volviste a la normalidad- Comento tranquila, la kunoichi asintió en respuesta mientras se sienta con las piernas estiradas.

-Con que eso paso...Ya veo. Lo siento mucho, es que usted me dijo que meditara pero no pude hacerlo, no me pude concentrar en nada más que en mis malos recuerdos-.  Le dijo algo avergonzada\ dolida, la mujer no dijo nada solo la miro fijamente hasta que en un extraño gesto de dulzura le acarició la mejilla poniéndola nerviosa.

-No debes disculparte, se que es difícil olvidar o superar tus malos recuerdos, pero cuando lo logras te vuelves más fuerte, más decidida y en algunos casos, cambias totalmente. Te superas a ti misma y a quienes no te creyeron capaz de hacerlo-
Le dijo en tono amable;casi maternal, la Haruno se sonrojo leve mente hasta que sonrió más animada, pero luego bajo su mirada un poco triste.

-Esas palabras me motivan a seguir... Pero no creo que pueda olvidar todo lo que me han hecho... Los odio- Murmuro bajito mientras aprieta los puños, la sacerdotisa que aún
continua acariciándole la
mejilla suspiro alejando su
mano.

-No te digo que olvides tu pasado, se muy bien que hay cosas que no se olvidan, creeme. Pero lo que puedes hacer es aceptarlo para poder seguir adelante, me entiendes?- Comento mirando el lago con algo de melancolía , la oji-jade se quedo en silencio admirando a admirando a su maestra, ya que Kikyo le conto muy poco sobre su pasado por eso no sabe mucho de ella. Solo sabe que jamas pudo
ser una mujer "normal", por que al ser una sacerdotisa no se le permitía amar o tener una familia propia, su único propósito era proteger a los aldeanos y nada más.

-¿Aceptarlo?-. Murmuro la chica confundida, ¿Como iba a aceptar todo lo que le hicieron?,la pelinegra se puso de pie.

-Se que podrás lograrlo, yo creo en ti- Le dijo confiada, viéndola desde arriba, la chica se quedo en shock por un momento hasta que por una fracción de segundo le vino a la mente la imagen de Iruka, quien le decia lo mismo. Una pequeña sonrisa apareció en su rostro.

—Muchas gracias Kikyo- sensei... Me alegra saber que usted cree en mi— Le dijo feliz, la mujer asintio en respuesta sintiéndose mejor internamente al notar que su alumna ya esta más animada, tal parece que Sakura despierta en ella un lado más amable, cariñoso e incluso dulce... Tal vez sea su lado maternal saliendo a flote.

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