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-Bueno ya conseguí el arco asi que  empezaremos con tu entrenamiento- Comento la mujer  caminando fuera de ese pueblo, seguida por la oji-jade quien a lo lejos vio a una joven vestida de colegiada.

<<¿Quien sera esa chica?, se parece a Kikyo-sensei>>.  Pensó la Haruno curiosa.

-Sakura apresurate que debemos empezar tu entrenamiento cuanto antes- Le dijo la sacerdotisa seria, notando que su alumna anda muy distraída.

<<Tal vez ese chico de la tienda le dijo algo>>. Pensó seria, ya que habia notado la mirada de ese joven sobre la oji-jade.

-Hai-. Contesto rápidamente la kunoichi olvidándose por completo de  la otra "Kikyo".

-¿Te ocurre algo?- La mayor no pudo evitar preguntar, la pelirrosa la miro tranquila.

-Nada, no ocurre nada- Contesto sonriendo nerviosa.

-¿Estas segura?, ese chico en la tienda, ¿No te dijo o hizo nada malo?-  la cuestionó de manera directa, la chica bajo un poco la mirada.

-No, no... Bueno el- Empezo a murmurar incoherencias la kunoichi.

-Sakura se directa, no me gusta que murmuren tonterías- Le dijo la pelinegra seria ya que ella se caracteriza por ser directa y no le gusta que se anden con rodeos.

-Es que el chico me dijo que era muy bonita y que le gustaba mi cabello- Murmuro avergonzada, ante esto la sacerdotisa frunció el ceño.

-¿Y eso es malo?- No pudo evitar preguntar curiosa, la pelirrosa bajo la mirada.

-Es algo raro qué alguien me diga un cumplido, en mi mundo me trataban mal y se burlaban de mi-. Comento  la niña pasando sus manos en su cabello.

-Hmm, ya veo, bueno no le des importancia segura mente ellos eran personas simples y no tenían ninguna gracia-  Le dijo Kikyo tratando de consolarla, la Haruno lo meditó un momento para luego sonreír animadamente.

-¡¡ES CIERTO SOLO ERAN UNOS ENVIDIOSOS!!- Grito alegre, haciendo sonreir internamente a su sensei.

<<Desde ahora ya no me dará vergüenza mi apariencia tan "llamativa">>. Pensó decidida a superar los traumas que tenia con sus "extrañezas" físicas por asi decirlo. Además si se arreglase más podría llegar a ser casi tan hermosa como su maestra.

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Luego de eso siguieron con su camino hasta llegar a un hermoso lago con una cascada y una cueva para poder dormir ahí, asi al dia siguiente podrian comenzar el entrenamiento de nuevo.

-Muy bien empezemos con lo basico te enseñaré a usar el arco y luego aprenderás a manipular tu energía espiritual la cual esta muy inestable- Le dijo seria, la pelirrosa asintió entusiasmada.

-¡¡Hai!!- Contestó rápida mente.

-Tendras que practicar mucho para tener puntería perfecta, por que si fallas una vez tal vez no haya otra oportunidad para intentarlo-  Dijo la sacerdotisa analítica mente acercándose a un árbol para dibujar un blanco.

-¿No es muy lejos?- Pregunto la kunoichi un tanto curiosa por la distancia entre el árbol y ellas.

-No, esa distancia esta bien.. Es más tendrás que alcanzar distancias mucho más grandes- Le informó seria la mujer sacando su arco.
Se puso en la posición adecuada para luego tomar una flecha y lanzarla dándole justo al centro del blanco.

-Sugoi... En el primer intento...-*_*. Comentó emocionada la joven.

-Bien ahora es tu turno- Le dijo la sacerdotisa tranquila, sacando el arma que consiguió para su alumna.

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