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-Seguiremos entrenando... Así podrás defenderte y podrás controlar tu energía resentida tu camino recién empieza- La mayor siguió avanzando a paso lento.

-Pero, es difícil usar el arco-. Murmuró la kunoichi haciendo berrinche, la mujer frenó su andar para mirarla sería.

-Sakura, uno no nace sabiendo. Debes aprender  que la paciencia es una virtud-. La pelirrosa se quedó en silencio analizando lo que escuchó.

-Dare lo mejor de mí e intentaré que mí paciencia aumenté todavía más- La mujer sonrió antes de asentir en respuesta.

-Una sacerdotisa tiene que ser sería y educada en todo tiempo- Sakura la miro con suma adoración. Nunca en su corta vida imagino que iba a encontrar a alguien tan genial y única como Kikyo.

-Sere la mejor sacerdotisa que exista en el mundo. Después de usted maestra- Los ojos jades de la menor brillaron determinados. La suave mano de la pelinegra se posiciono sobre su mejilla exaltandola un poco.

-Tu deber será superarme. Yo quiero que seas mejor que yo, Sakura tengo toda mí fe puesta en ti-. Por primera vez en su vida, la Haruno se sintió abrumada en un buen sentido, por fin alguien que no era Iruka-sensei creía en ella y veía algo bueno.. Alguien le está brindando un camino para seguir y una mano para tomar.

Un lazo para proteger a toda costa.

-¡Lo juro!, ¡Sere la mejor!- La energía espiritual de Sakura creció un poco cuando se emocionó, algo más en lo que tendrían que trabajar.. Pero si ambas están juntas pueden lograr lo que sea.

<<No me equivoque contigo se que serás la mejor sacerdotisa en el mundo>>. Kikyo sonrió orgullosa viendo a su pupila correr unos metros adelante mientras chilla de alegría. Una alegría que ya le hacía falta a la vida de la mujer de largos cabellos negros.

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****EN KONOHA*****

****CASA DE IRUKA:

El joven chunin se encuentra en su habitación viendo un álbum de fotos. En la mayoría se puede observar a una pequeña Sakura siendo abrazada o en brazos del morocho.

-Aun puedo recordar la primera vez que te vi- Murmuro en voz baja aguantandose las ganas de llorar.

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&&&&AÑOS ANTES &&&&&

-Muy bien niños, ella es Sakura y sera su nueva compañera-. En un salón de clases se pueden ver varios niños sentados uno junto al otro. En sus rostros se divisan unas sonrisas amables y un brillo curioso en sus ojitos al ver a la bonita niña de cabellos rosas.

Ahí frente a ellos se encuentra la heredera de los Haruno, con sus ojos jades y su cabello rosa, algo muy llamativo.
La pequeña miro con timidez al mayor antes de tomarle la mano.

-Ve y siéntate junto a Ino-. El castaño señalo a la rubia quien hizo una mueca con los labios, las cejas de la mini Yamanaka se fruncieron de manera graciosa. 

-¡No!, ¡No quiero que esa frentona se siente junto a mí!-. Grito berrinchuda, los ojos de la pelirrosada se llenaron de lágrimas.

-¡Ajaajaj mira su frente!

-¡Es enorme!

En ese momento Iruka lo supo, supo que la pequeña Haruno iba a sufrir mucho mientras fuera a la academia. En el primer instante que demostró ser tan sensible y tímida les dio lo que ellos querían, puede que sonara cruel pero los niños son como tiburones,
pueden oler la debilidad. Y cuando encuentran a alguien más débil que ellos pueden llegar a ser muy malvados.

Ninja SagradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora