5

773 93 27
                                    

Cuando ambas se quedaron solas, Cheryl tuvo el descaro de acercarse a su esposa y darle un beso en la frente.

-Adelante, trata de arreglar eso ahora, tee tee. - Sonrió.

Toni se alejó y la abofeteó.

-Eres una maldita perra. Me tienes aquí a tu lado sin siquiera tocarme, solo como un trofeo. ¿Por qué no me dejas? Mujeres no te faltan, maldita infeliz. - Frunció el ceño. - Soy feliz con Betty, no te pido nada porque lo tengo todo con ella. ¡Déjame ya!

-¿Dejarte? ¿Y arriesgar mi imagen? - río. - Y a pesar de que creía que no tenías sentido del humor.

Toni se giró para irse, pero sintió la mano de Cheryl tomarla de su antebrazo. El agarre fue lo suficientemente fuerte como para hacerla jadear de dolor.

-Cheryl... Suéltame.

Su mujer la jalo hacia ella.

-Escúchame bien, Toni. Cuando entremos sonreías, fingirás ser la más feliz del mundo y no te lo haré pagar.

-No. - Gruñó Toni, quitando su brazo a pesar del dolor. ¡Ya no quiero fingir más! ¡Lo que hiciste hoy fue suficiente para mi! ¡Ya no quiero ser una ment...! - sus gritos fueron callados cuando Cheryl la tomó de la cintura y la besó.

-Te lo estoy advirtiendo Toni.

Esta limpió su boca con el dorso de su mano antes de girarse.

Esa noche, después de la fiesta, la pelirosa durmió en el cuarto de invitados. Luego de años rogando por el amor de Cheryl y siendo ignorada, ahora era Cheryl quien fue ignorada y desafiada.

Por supuesto, la primera noche ni siquiera lo notó. Ni siquiera la primera semana.

Cuando se cumplió el mes, Cheryl se sentía completamente molesta.

¿Quién se creía ella para ignorarla? La chica se movía por la casa como si estuviera completamente sola.

Mientras la veía cada vez más distante a ella, notaba a su esposa mucho más ¿Linda? ¿Rebelde? ¿Atractiva?

Comenzó a dejarse el cabello sin arreglar, por lo que este tomaba unas preciosas ondas.

Blusas blancas de vestir solo con algunos botones abrochados que dejaban ver sus bragas, haciendo que la blusa le quedara como un abrigo. Ya ni se esforzaba en ocultar las marcas de las noches anteriores.

A Cheryl ya no la llenaba completamente el estar con mujeres. Así que fue un poco más allá y se acostó con hombres, obteniendo el mismo resultado.

Estaba más enfadada, su rostro era el doble de bello y duro que antes. Se pasaba horas en el gimnasio tratando de bajar la tensión que acumulaba su cuerpo.

Esa tarde cuando iba llegando del gimnasio a las diez de la noche, Toni bajaba con una camiseta de mangas largas y cuello en "V", jeans ajustados y unas zapatillas negras.

El cabello igual de despeinado y hermoso. Su piel radiante, su cuello con marcas visibles a los lejos.

-¿A dónde vas? - Gruñó Cheryl, deteniéndose en la puerta.

-¿Acaso yo te pregunté a donde ibas estas tardes? - Respondió la más baja, el ruido de las llaves sonando desde su mano.

-Responde. Una pregunta no es una respuesta. - Gruñó tomándola de la muñeca antes de que ella se liberara... ¿Acaso tenía delineador negro en sus ojos?

-Ok, ¿a dónde voy? Betts me invitó a cenar hoy y como últimamente sales más seguido pensé en que no quiero dormir en una cama fría y la de Betty es caliente, muy caliente.

-¿Cómo te atreves a...? - Toni la interrumpió.

-¿Cómo me atrevo? De la misma forma en la que tú lo hiciste todos estos años. ¿No te fue difícil verdad? A mi tampoco me resulta difícil.

Cerró la puerta y subió a su mujer a su hombro mientras ella le golpeaba la espalda gritando que la bajara.

Cuando llegó arriba, la tiró en la cama junto con su celular a su lado.

-Llámale a Betty - gruñó, quitándose su abrigo. - Dile que esta noche la pasarás con tu mujer.

......

3/?

Mátame Lento // ChoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora