Mátame Lento // Choni

9

Cheryl simplemente maldijo y se levantó de la cama mientras que Toni se acomodó mejor entre las sábanas.

-Lo siento creo que me equivoqué de persona - habló, sonriendo mientras cerraba sus ojos tranquilamente.

Solo hasta que Cheryl la tomó del brazo muy brusco levantandola de la cama.

-¡¿Pero que te sucede, idiota?! - gritó la pelirosa mientras se intentaba zafar rápidamente, sin éxito.

-Esa estúpida no volverá a tocarte más.

-¿Solo por qué a ti se te antoja? - Toni, a pesar del dolor río burlesca. - ¿Cuántas veces te rogué en silencio que no me dejaras? ¿Qué dejarás de fingir lo que, sin duda, no sentías? ¡Ahora suéltame, mierda, Cheryl me duele!

Un golpe seco hizo que cayera en la cama. La mano de la pelirroja fue hacia los cabellos de su nuca para jalarla con fuerza y levantarla.

-Ni siquiera hacías nada para tentarme - le gruñó Cheryl en el oído y lamió la sangre del labio partido de su mujer, la misma que golpeó con su codo su pecho y se subió a la cama.

-Lárgate. No es mi culpa que no seas como Betty. ¿Te quejas de mí? ¿Y yo qué tendría que decir sobre ti? Betty me hace sentir en el cielo, me hace gritar y hoy tuve que pensar en ella mientras me tocabas porque me dabas asco. ¡Me das asco Cheryl Blossom! - gritó y Cheryl solo salió dando un portazo.

Toni suspiró profundamente y se fue al baño, necesitaba una ducha, una que durara muchas horas.

Mientras la puerta del baño se cerraba y el agua comenzaba a caer. Los dedos de Cheryl volaban entre los números en su pantalla. Cuando el tono de llamada apareció solo tuvo que esperar unos minutos para escuchar una voz del otro lado.

-¿Hola?

-¡Verónica! ¿Sigues en Nueva York?

-Pues la respuesta a eso es un sí, es el único lugar donde encuentro inspiración.

-¿Qué te parece si compartimos una cena? Ahora, en el restaurante de los Topaz paso a buscarte si quieres.

-¿Y qué tal si vienes aquí, tomamos una copa y me dices el favor que me vas a pedir hoy?

-Me conoces eh - soltó una risita suave.

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El reloj marcó las tres de la mañana cuando el carro de Cheryl se estacionó en el garaje de la casa de su hermana mayor, sacó las copias de las llaves y entró a la casa. Verónica estaba picando una zanahoria y con la punta del cuchillo señaló su mejilla para proseguir cortando el vegetal.

Cheryl avanzó y besó su mejilla.

-Conozco a alguien que se muere por conocerte - comentó mientras sacaba dos copas y una botella de vino.

-¿Tu mujer?

-No, su amante y quiero que la seduzcas.

Verónica dejó lo que hacía y se giró para verla.

-¿Por qué en vez de arruinar la única relación de amor verdadero que tuvo tu esposa mejor no tratas de que se enamore de ti?

-Porque me causa más placer verla sufrir.

-¿Qué te hizo Toni? Nunca lo entendí - la pelinegra frunció el ceño y recibió la copa que le tendía su hermana menor.

-No es de tu incumbencia. ¿Puedes hacer lo que te pedí o debo buscar a alguien más?

La pelinegra se giró y siguió picando la verdura.

-Solo trato de entender tu odio hacia ella. Nosotras dos siempre nos llevamos bien. Toni me acompañó y me apoyó antes de que mis pinturas fueran famosas. Antes de toca esa idea loca tuya que le metiste a sus padres en la cabeza.

-Deberías agradecerme - Cheryl se encogió de hombros. - Gracias a esa loca idea te dí el mejor regalo de cumpleaños, contactos famosos y ricos.

Verónica giró los ojos y suspiró.

-¿Y qué gano yo al cumplir tus caprichos?

-Un amor real, verdadero - murmuró contra su copa.

-Me gustaría que tú conocieras ese amor, Cher. Sé muy bien que dentro tuyo... - fue interrumpida.

-¡Ya basta con esa cursilería! - gritó y la pelinegra clavó el cuchillo sobre la tabla de picar.

-¿Acabas de gritarme? - la artista elevó una ceja y la pelirroja suspiró.

-Lo siento, es solo que estoy harta que todos crean que la vida es una película. No todo es felicidad o tristeza y se cambian a la mitad de tu vida. Si te tocó estar con una mierda al lado es así y punto. - gruñó la última palabra.

-Mamá no pudo escapar pero ella fue la que lo quiso así, nosotros no tenemos que repetir la historia, Cheryl.

-¿Lo harás o no? - gruñó la pelirroja y Verónica murmuró un "de acuerdo"

......

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