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Toni la vio acostada a su lado, desnuda, relajada... como si fuera una niña indefensa, como si no fuera la misma chica que mató a su padre unos años atrás. Pero eso no era lo que realmente importa en esos momentos, tenía que ayudarla para que pudiera ir que un sicólogo.

Cheryl necesitaba pastillas para controlarse, para calmar sus demonios. Para Toni le parecía irónico que una persona tan atractiva, sexy, tierna y poderosa también fuera la persona más enfermiza que conociera en toda su vida.

Se levantó suavemente, fue al baño cometiendo la menor cantidad de ruido posible. Necesitaba sacarla de sí, necesitaba borrar sus caricias, los besos.

Cuando terminó su baño, tomó su celular y salió al balcón. Llamó a Betty primero.

-Toni... ¿estás bien? Necesito verte - la desesperación en la voz de su amante era más que evidente.

-Sí, estoy bien pero necesito decirte algo. Es para terminar con todo ésto y poder ser felices, las dos, muy lejos de aquí.

-¿Vas a terminar con lo nuestro?

-Solo detenerlo, por un tiempo, hasta que pueda arreglar a Cheryl.

-¿Arreglarla? ¿Toni aún crees que esa sádica tiene solución?

-Aún tengo esperanza - Toni tragó saliva. Había un detalle que Elizabeth no sabía, Toni aún seguía enamorada de esa mujer.

-¿Y qué va a pasar conmigo?

-Estaremos en contacto, lo prometo - silencio, hasta que Betty se volvió a escuchar.

-Al menos regresa pronto, estaré mejor sabiendo que estás bien.

-Lo prometo - habló la pelirosa - ¿Betts?

-¿Sí?

-Te amo

-Yo también, amor. Te amo también.

Al cortar la llamada, Toni se giró para ver a su esposa dormir en la cama, esa mujer era un jodido misterio.

Tomó su celular y mandó un mensaje a Verónica, hacían cerca de catorce meses que no hablaban pero lo necesitaba. Le mandó un mensaje con una simple frase "¿Conoces a un buen siquiatra?"

-¿Qué haces ahí? ¿Ya te vas a suicidar porque te toqué? - la voz burlesca de Cheryl hizo a la pelirosa sentir náuseas.

Caminó hasta ella, tirando su celular antes de sentarse a horcajadas en su regazo y besarla apasionadamente, mordiendo su labio inferior y lamiendo el mismo.

-Estaba esperando a que mi mujer se despertara, has sido muy buena conmigo en las horas anteriores.

-¿Qué te traes entre manos? - la pelirroja acarició el pecho contrario antes de llevar su mano a el cuello y presionar levemente.

-Nada malo, solo quiero mimarte un poco - la pelirosa tomó aquella mano y besó la palma de la misma - te dije que sé complacer muy bien a mis amantes.

El celular de Cheryl sonó, Toni se levantó para alcanzarlo y su mujer lo recibió para atender la llamada.

-Señora Polly... no, lo siento. Decidí que no es material para tí - una risa ronca - Polly, vas a casarte con la única heredera de Chanel's... esa tipa tiene un trasero de sueños...

Toni sonrió y se dedicó a acariciar a Cheryl todo lo que la sabana dejaba a la vista.

-Lo siento pero no. Es mía y se acabó, nos vemos Polly - cortó la llamada y acomodó su espalda y su cabeza en la cabecera de la cama para cerrar sus ojos y disfrutar de las caricias.

-Estás jugando con fuego TT, otra vez.

-¿Y tú me vas a quemar? - el tono de voz de la pelirosa sonó bajo, dándole un toque seductor.

-Voy a calcinarte, nena.

La alarma de Toni se encendió, y a esta altura no sabía si era metafórico o literal. Aún así seguir el juego.

-Entonces seré muy feliz si eres tú.

Cheryl la tiró a la cama y sólo la abrazó.

-Hiciste las cosas bien, ahora es tu recompensa.

Toni sintió los brazos de Cheryl abrazarla.

-¿Y si sigo así conseguiré el divorcio? - bromeó.

-Jamás te dejaré, jamás TT - la pelirroja la abrazó un poco más fuerte.

Toni solo cerró los ojos y fingió que estaba bien, tranquila.

Durmieron hasta las ocho de la mañana del día siguiente.

Cuando el sol salió, el celular de Toni sonó en el sofá donde lo había tirado la noche anterior.

Elevó su vista y se dedicó a recorrer cada parte de aquel atractivo rostro. En efecto, su mujer era una rompe corazones, siempre lo sería. Pero las demás amantes nunca conocieron el verdadero rostro de esa persona tan bella como el rostro de un Ángel.

-¿Por qué no me ayudas, amor? - susurró bajo, tratando de no ser lo suficiente ruidosa para despertarla.

-¿Por qué siendo como eres no arruina mi loco enamoramiento por ti, Cher?

Mátame Lento // ChoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora