Capítulo XII

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Canción: No One Can Fix Me - Frawley


   El reloj marcaban las tres y cuarenta de la madrugada, George no estaba en la cama, en su lugar estaba una almohada cuidadosamente colocada para no despertarme. Lo podía escuchar discutiendo en el pasillo en voz muy baja.

   Había estado teniendo pesadillas, pero no trataban de mí, ni de mi madre, ni de aquella horrible noche, está vez se trataban de George, de sus cicatrices porque aunque quería fingir que no eran nada estaban ahí y sabía las experiencias que los niños recolectaban en las casa de acogida. Me tenía con el corazón roto de solo pensar en lo que tuvo que haber vivido.

   Acomodé la almohada en su lugar esperando para que fuera tomado por el Corgi y poder dormir o hablar.

   —Dijiste que ya no hablaban. —Reconocí la voz de Kage.

   —Hace un tiempo que me quiere ver, se supone que papá se había encargado. —George se escuchaba más calmado.

   —Entonces deberías dejar que se encargue... de verdad.

  —No somos iguales a esa porquería.

  —Ni en mil años podríamos ser como ese monstruo, pero recuerda la gente tan buena no llega lejos.

   —Nuestros padres son buenos.

   —Sabes a lo que me refiero, tienes que cortar el problema de raíz, llama y pídelo, ellos lo harán, así podrías vivir tu romance en paz.

   —No quiero ser responsable de otra muerte, Kage —Volvió a la habitación sin esperar respuesta—. ¿Te desperté? —Preguntó al ver que estaba despierta.

   —No. ¿Estás bien? —Lo abracé y volví a esconder mi rostro en su cuello

   —Sí, duérmete.

   —Puedes hablar conmigo de lo que sea.

   —No te preocupes.

   Era imposible no preocuparme con lo que había escuchado ¿A qué se refería con otra muerte? ¿Era un asesino? No era posible, un asesino no decía esas cosas, ¿Cierto? ¿Qué escondía? ¿Por qué tenía responsabilidad de una muerte? ¿A caso es parte de una pesadilla? ¿Escuché mal? ¿De verdad Kage sugirió matar a alguien?

   Estaba amaneciendo y yo seguía pensando, las preguntas se repetían una y otra vez en mi cabeza. ¿Quién era realmente George? ¿Con quién estaba durmiendo? ¿Debía desconfiar de él? Me había dado tanto, era tan dulce que no lo creía capaz de dañar a alguien, pero también he escuchado tantas cosas...

   A cada pregunta me repetía una y otra vez el simple hecho de que un asesino definitivamente no le pesa la responsabilidad de la muerte, ni siquiera les importa, a parte George tenía mucha empatía. Seguro lo decía por su hermana, era eso ¿Cómo fui a dudar de él? Tan sólo era un niño sintiéndose responsable por cosas que no eran su culpa, y no puedo juzgarlo por lo que decía su familia y mucho menos por lo que decía Kage. Al final lo único que sabía es que George amenazó con la policía —atra cosa que no hacía un asesino—, tenía su cuerpo lleno de cicatrices, sin contar con el tatuaje de "Nadie" estaba bastante mal hecho, pero no iba a mencionarlo. Al encontrar una explicación racional a lo que escuché logré dormir un poco, pero las pesadillas seguían.

   El saltamontes estaba profundamente dormido, era afortunada de que alguien me cuidará como él lo hacía. Me levanté, quería preparar el desayuno, las cosas siempre tenían que ser mutuas. Me lavé los dientes, la casa estaba silenciosa, perfectamente podría parecer vacía si no era por Seth que dormía en el sofá.

Si Decides Marcharte (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora