Guía mágica para la bruja moderna vol. II

Caja Alquímica

E L A N T E C E S O R A L T A B L E R O D E V I S U A L I Z A C I Ó N

Preparación:

Caja de zapatos

Revistas o imágenes

Papeles de colores

Papel blanco y lapicera

Pegamento

Tijeras

El interior de tu caja representa tu

interior, el exterior representa tu exterior,

lo que el mundo va a traer a tu vida.

Es más compleja que un tablero de

visualización, porque tiene más dimensión

y se requiere más concentración, más

creatividad e intensión. Al crear una caja

alquímica estás creando algo nuevo a la

realidad, estás usando tu poder creador.

Al preparar las cosas que vas a utilizar estás

activando tu poder creador, tu lado creativo.

La caja tiene que estar decorada en el interior y

en el exterior. El interior tiene que representar

lo que querés sentir internamente, y el exterior

lo que querés atraer a tu vida. Tiene que ser

decorado con papeles de colores, imágenes,

frases cortas, etc. La tapa también tiene que

estar decorada en cada lado, la tapa representa

tu cabeza, la caja tu cuerpo, el interior tu

interior y el exterior lo que querés en tu vida.

Algo interesante sobre la caja alquímica es que

llega un momento en el que se empieza a crear

sola, porque podemos pensar que lo que

queremos es una cosa, pero al final lo que

ponemos es otra, lo que verdaderamente

queremos. Al crear llega un punto en el que el

ego queda de lado y lo que realmente

necesitamos y queremos se hace presente.

Para manifestar algo todo en nosotros tiene que

estar de acuerdo, nuestra mente, corazón,

espíritu, no tiene que existir miedo hacia eso que

buscamos manifestar. Algo muy interesante es

que nuestro chakra amarillo al sentir alguna

restricción de nuestra parte se bloquea, y no

deja pasar esa manifestación, es cómo que

cierra y arma una barricada en el camino

cuando siente que nuestra mente considera algo

ilógico o nuestro corazón no está de acuerdo o si

interiormente consideras que es algo que sentís

que tenés que tener porque eso dicen otros, pero

no estás seguro de que es lo tuyo. Si buscas

pasar más allá de esa forma de defensa que

tiene tu interior tenés que relajar tu cuerpo,

especialmente tu panza, sentir al chakra

abriéndose y tratar de razonar primero porqué

sentís eso, y averiguar si realmente es algo que

querés. Y después mentalizar que es algo que

buscas y con lo que vas a ser feliz e imaginar

esas barricadas siendo deshechas y los portones

abriéndose para dejar pasar la manifestación.

Las imágenes tienen que ser cosas que te

despierten emociones, cosas simbólicas, pueden

ser de revistas, imágenes que conseguís en

internet, pueden ser dibujos o pinturas. Una

imagen dibujada o pintada es incluso más

potente, tiene más poder creativo en ella.

Al pegar una imagen en la caja tiene que ser

cómo afirmar una intensión, una emoción, un

anhelo. El proceso de creación es importante.

Una vez hecho, se empiezan a poner cosas

dentro de la caja.

Además de una carta al Universo o a alguna

Deidad compartiendo todo lo que querés para

este año (es una caja que se hace al comienzo

del año y no se abre hasta que se hace otra al

año siguiente), se pueden poder monedas o

billetes que representan abundancia, caramelos o chocolate que representa dulzura, cristales,

símbolos de protección, fotos, cosas simbólicas

que representen algo para vos.

La carta tiene que tener tus intenciones para

este año, vas a necesitar un papel y una

lapicera, puede ser algo cómo un contrato, con

la fecha y tu nombre, detallando todo lo que

querés, recordá ser detallado en lo que querés

sin especificar de dónde viene o cuando llega a

vos porque eso retrasa y limita mucho la

manifestación.

Una vez lista la carta, la colocas en la caja y la

tapas. La colocas en un lugar dónde podes

verla, pero no la abrís hasta el año siguiente

para ver cómo todas tus manifestaciones se

volvieron realidad. Al hacer la carta considera lo

que escribiste y si tenés alguna resistencia a

algo de lo que está ahí, si es así táchalo, no

querés que nada se manifieste por una cosa con

la que no estabas realmente seguro.