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     Cassie alimentó en grandes cantidades a su mascota Coco antes de dejarlo en manos de su vecina de más confianza y salió a las calles oculta como si le llevasen el alma el diablo

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     Cassie alimentó en grandes cantidades a su mascota Coco antes de dejarlo en manos de su vecina de más confianza y salió a las calles oculta como si le llevasen el alma el diablo. Revisó su celular una y otra vez para dar con la primera imagen hasta que recordó en una estación de tren en específica donde había arte en los murales, sonrió decidida y corrió hacia allá.
     Una vez que halló la pista estaba a punto de comenzar a caminar cuando nuevamente la voz Puertorriqueña de Ray la hizo tener escalofríos, llamando su atención.

—¡Kazz! —Gritó a lo lejos Ray mientras se acercaba. —¿Tienes planes hoy?

—Sí, tengo planes ahora mismo que debo resolver. —Mencionó Cassie mientras miraba a otro lugar.

—¿Puedo ayudarte...?

—¡No! —Gritó Cassie, algo anormal en ella, al darse cuenta se relajó. —Luego te contaré, ¿Si?

—¡Claro! ¡Diviértete!

     Cassie le agradeció por entender y siguió su camino, cuando se dió cuenta que el Puertorriqueño no estaba en su radar, volvió al lugar de la primera imagen y continuó su camino, cada camino fue un desafío grande para Cassie que estuvo a punto de desplomarse en el último tramo pero logró afirmarse y avanzar. Entre los escombros de una pared, Cassie lo movió delicadamente sin causar otro derrumbe hasta que encontró ante la luz del nuevo día a Markus, quien al sentir los pasos de la pelinegra se levantó rápidamente y la miró directamente a los ojos, sabiendo en lo que ella causaba.

     Markus tomó de las manos a la agente mientras los rayos del sol iluminaban el bello rostro de la joven, mientras se armaba de valor para confesarle lo que había pasado en su resurrección hasta ahora. Cada palabra que escuchaba del androide hacía que la pelinegra comprendiera cada detalle de todo hasta ahora, Cassie le dio un corto abrazo haciendo entender que ella lo apoyará a pesar de todo y antes de que dieran sus primeros pasos juntos hacia Jericho, el puente bajo sus pies se desestabilizó haciendo que casi cayeran al frío mar. Markus divisó otra ruta más segura y se dirigieron hacia allá con el debido cuidado de no caer, cuando llegaron al extremo que los conecta con Jericho, el androide miró hacia abajo y corroboró que podía ser seguro la caída para Cassie y sin pensarlo saltó, aterrizando en la fría agua del lugar. Cassie no tuvo la misma suerte de tirarse a la primera y tuvo algo de miedo pero al ver a su amigo emerger del agua subiendo las escaleras la motivó a hacerlo, saltando hasta caer al agua y tocando fondo.

     Al agarrar las escaleras y avanzar, notó que había una puerta que los conducía a un pasillo, aunque Cassie traía su linterna del trabajo, Markus encontró otra para usarla a su conveniencia y explorar mejor el lugar. Gran parte del barco Jericho se encontraba oxidado y húmedo, un lugar excelente como para que divergentes se escondieran bien, en una parte de la búsqueda una androide caminó rápido de un lado a otro, asustando de alguna manera a Cassie quien la pilló mal parada en ese entonces y soltó un pequeño grito de miedo, haciendo que Markus riera un poco y siguiesen su camino.

     Llegaron a una puerta que los condujo a un tipo sala de calderas, Markus intentó cruzar un puente y Cassie notó la inestabilidad de este al sentir crujidos de este último.

Deseos de Libertad - Markus.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora