Cassie Smith trabaja como Agente de policía y ayudaba de vez en cuando al célebre pintor Carl Manfred en su mansión con sus obras de arte y comprándole ciertos colores de pintura, ganándose la confianza de este último y sobre todo de aquél androide...
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Las calles de Detroit mostraban el horror de los humanos al tratar como animales a sus propios androides, acciones que eran vistas anónimamente por Markus y Cassie. Los ojos de Cassie estaban puestos en una pareja, quien el humano y su androide estaban de compras, este último se le cayeron algunas cosas, el humano reaccionó de la peor manera y tiró al androide al suelo para que recogiera las cosas que sin querer tiró al suelo. La pelinegra quiso intervenir pero Markus la detuvo, haciendo que volviera a tomar asiento para seguir alimentando su odio y temor por lo que estaban viendo. Markus arto de la escena que se estaba presentando se levantó del asiento y se dirigió hacia Jericho, detrás de él lo siguió Cassie con sus puños apretados con las ganas de haber hecho algo para ayudar a ese pobre androide.
Antes de llegar a Jericho, Markus se detuvo a contemplar un momento los rayos de sol invadiendo el puerto donde se encontraba la embarcación que ocultaba a los divergentes quienes se iban sumando. Cassie simplemente se sentó por unos momentos y recordó lo que pasó anoche con Connor, se agradeció a si misma por que Ray no escuchó lo que pasó, sería muy penoso que alguien más supiera su vida entera.
—¿Se puede ser feliz sin ser libre? —La pregunta de Cassie hizo que el androide la mirara sorpresiva.
—Lo dudo mucho, Cassie. —Respondió sincero Markus. —Pero no descansaremos hasta conseguir nuestra libertad.
—¿Nuestra? —Cassie se sorprendió por sus dichos.
—Eres parte de nosotros ahora, además de que cumples tu doble papel como agente y divergente, agradezco de antemano que no hayas mencionado nada.
—Jamás traicionaría a alguien que realmente quiero. —Al darse cuenta Cassie de lo que dijo, miró hacia otro lado muy sonrojada.
—Tengo una pregunta, Cassie. —Markus se sentó a su lado, casi cercana a ella. —Antes de estar en Jericho y lo que pasó en la casa de Carl... Siempre nos hablaste de tu sueño de ser policía pero nunca me contaste tus orígenes. Me gustaría saber tu historia, debe ser interesante para llegar a este punto.
—¿Mi historia?, no lo sé, Markus... Tal vez en otro momento, ahora es cuando deberíamos planificar qué próxima acción hacer. —Recomendó Cassie. — ¿Qué tal cuando terminemos nuestra nueva misión?
—Claro, me encantaría oírlo... Vamos a Jericho, tengo una idea pero requerirá que lo escuche el grupo.
Cassie y Markus se levantaron al mismo tiempo que no se dieron cuenta que chocaron sus cabezas, haciendo que la pelinegra se quejara un poco del dolor, pero dejándolos frente a frente mirándose directamente a los ojos. Cassie miró cómo Markus se le acercaba inconscientemente a sus labios que de su nerviosismo movió su cara rápidamente y se dirigió hacia Jericho, Markus miró cómo la pelinegra se alejaba a pasos rápidos por su vergüenza, sonriendo un poco y le siguió el paso.
Markus dentro de su software comenzó a sentir cosas hacia la humana, a pesar de su raza, era la única que conocía que arriesga su vida con tal de salvarle la vida aunque este no captaba las señales sutiles de Cassie cuando lo miraba fijamente mientras que Carl le hablaba en el pasado, o ahora que cuando hablaba en Jericho era quien se ganaba a su lado inmediatamente, quería saber más de ella, de su interés sobre él y por qué no habló abiertamente sobre su pasado.
