Cassie Smith trabaja como Agente de policía y ayudaba de vez en cuando al célebre pintor Carl Manfred en su mansión con sus obras de arte y comprándole ciertos colores de pintura, ganándose la confianza de este último y sobre todo de aquél androide...
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La extraña noche hizo que Hank comprara cerveza solamente para él, la confusión de Cassie con lo que dijo le abrió una daga en su corazón quién creyó que lo tenía cicatrizado.
«Lo llamó papá inconscientemente»
Connor intentó procesar lo que pasó hace unas horas, el extraño actuar de su compañera de un día para otro hizo que sospechara de algunas cosas y la tuviera bajo investigación personal sin la sospecha del teniente. El androide investigador salió del auto del teniente y se acercó a su lado, Hank estaba sentado en una banca con las botellas de cerveza mientras admiraba el paisaje del puente y la ciudad al otro lado, notó cierta tristeza en el teniente que no pudo encontrar algunas palabras de consuelo hasta que habló.
—Antes venía mucho aquí. —Habló Hank y procedió a tomar un sorbo de su cerveza.
—¿Antes de que? —Preguntó Connor confundido. —Dijo: "Antes solía venir mucho aquí".
—Antes de... Antes de nada. —Se deprimió Hank.
—¿Puedo hacerle una pregunta personal, Teniente?
—¿Todos los androides hacen tantas preguntas personales o solo eres tú?
—Logré ver la foto de un niño en la mesa de su cocina. Era su hijo, ¿No?, ¿Él era el motivo de por qué se siente confundido con Cassie?
—Si, era mi hijo, se llamaba Cole. —Respondió Hank. —Y Cassie no tiene nada que ver, ella tal vez está perturbada.
—No tenemos ningún progreso en la investigación. —Cambió de Tema Connor rápidamente. —Los divergentes no tienen nada en común. Todos son modelos diferentes, producidos siempre en momentos y lugares diferentes.
—Debe haber alguna conexión. —Afirmó Hank.
—Lo que tienen en común es esa obsesión con rA9. Es algo así como un tipo de mito... Algo que no es parte del programa original y que ellos se inventaron.
—Los androides creyendo en Dios... Mierda, ¿Qué rayos le pasa al mundo?
Connor se dió vuelta para darse cuenta del estado emocional del Teniente, quien su cara cambió bastante a como estaba en un inicio. Hank abrió otra botella de cerveza y comenzó a beber a cantidades un poco más grandes, haciendo que Connor le preocupara un poco.
—Luce preocupado, Teniente. —Connor cruzó de brazos. —¿Tiene algo que ver con lo que pasó en el Club Edén?
—Las dos chicas... sólo querían estar juntas. —Se sinceró Hank. —De verdad parecían enamoradas. Y cuando Cassie me llamó papá, algo dentro de mí se abrió, una cicatriz que no se logró cerrar... tal vez la Agente algo le pasó en su vida para que me vea su puta figura paterna.
—Pueden simular emociones humanas, pero son máquinas. —Respondió racional Connor. —Y las máquinas no sienten nada.
—¿Y qué me dices de tí, Connor? —Hank dejó su botella de cerveza a un lado y se levantó. —Pareces humano, suenas como humano y alguien te trató como hermano. —Refiriéndose a Cassie. —Pero, ¿Qué eres en realidad?
