"Atentamente, Midas".

82 10 1
                                    

"Hola Marigold.

Espero te encuentres bien. Honestamente, no sé cómo iniciar esto, sé que por el inicio o bueno, más bien, quiero decir, pfff... Perdona eso, es solo que me estoy poniendo muy nervioso al escribirte esto, pues, no sé la manera en la cual te tomarás esta carta... De acuerdo... Iré al punto... Desde hace mucho tiempo he estado siguiendo tu trabajo al resolver casos de una forma que haces parecer que es sencillo hacerlo, pero es porque disfrutas y amas "juntar las piezas del rompecabezas" y eso me encanta... Adoro ver como la gente hace lo que le apasiona y me tocó volverme tu más grande fan; sé que quizá suene algo ridículo pero me gustaría tener alguna oportunidad de invitarte a tomar un café a la cafetería de la escuela, sé que no es gran cosa y que no es lo que una reina como tú se merece, pero puedo prometer que conmigo te la pasarías bien.

Probablemente al leer esto que dejaré en tu casillero te preguntes: "¿y por qué no me lo pides en persona?", bien, la respuesta es simple... Yo soy un agente en un millón y tú eres tan perfecta, tan única y especial que no hay nadie parecida a ti.

Sueno como un bobo, pero realmente me has cautivado y eso lo comprobé aquel día en el cual coincidimos en los pasillos escolares, ibas corriendo a tu clase de criminalística, que sin querer chocamos, derramaste tu bebida en mi y tú me miraste apenada antes de comenzar a disculparte mientras te concentrabas en tratar de reparar tu error, que no viste la manera en la que te miré antes de tomar tus manos y decirte que no había problema alguno, siempre y cuando me aceptaras una salida algún día, tú reiste, dijiste que aceptabas y aunque ese era un momento perfecto para entablar una conversación contigo, tu clase esperaba por su estrella y tuviste que irte, es por eso que te contacto por aquí, esperando que aceptes este café por el momento y ya si tú quieres, algún día podríamos tomar un carro e ir por toda la carretera hasta llegar a una pequeña playa donde juntos podamos observar el atardecer a la vez que oímos el sonido de la marea baja del mar.

Atentamente, Midas."


La mujer leyó nuevamente esa vieja carta mientras veía la tranquilidad de la marea baja del mar y tomaba un profundo y melancólico suspiro, él se había vuelto en el amor de su vida de una manera tan casual que ella no creía, aún después de ya haber compartido una vida, una familia, sueños y logros juntos; pero bueno, aquel chico era tan único, con una magia en las palabras y una forma de ser que la habían cautivado totalmente, cosa que la hizo saber, desde ese momento, que siempre lo amaría, palabra que todavía estaba vigente y lo estaría hasta su muerte, cuando finalmente volvería a reunirse con su gran amor.

"Midnight Thoughs" // Conjunto de drabbles. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora