"Drunk"

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Días de diversión pasaban entre ambos chicos con el "toque dorado" que pese a que trabajaban juntos, siempre buscaban la forma de pasar tiempo de manera "libre", lo cual había generado sentimientos el uno por el otro.

Era de noche y todos los trabajadores de aquella agencia habían decidido reunirse en un bar para disfrutar el fin de semana y siendo sinceros, ella no hubiera accedido a ir de no ser por el de tatuajes que la había convencido de ir a que pasaran el rato y se divirtieran un poco, pero al parecer las cosas se habían comenzado a descontrolar desde que todas aquellas personas habían comenzado a beber alcohol, que fue cuando entre ellos o al menos los que aún no se iban, se empezaron a tratar como amigos aunque existieran roces, cosa que fácilmente notaron varios de ellos, los cuales aun estaban sobrios o guardaban algo de raciocinio, entre ellos ambos azabaches, que desde una esquina veían el desastre que se estaba haciendo...

-Vaya... —habló la fémina— Todos son mejores amigos...

-Ajá... —tomó parte de la bebida que tenía en mano— Pensé que las borracheras ya no eran tan habituales...

-¿Por?

-Bueno... Creo que son cosas de señores como yo y aunque ya que sabes que no suelo ir a este tipo de cosas, no iba a permitir que estuvieras sola...

-Eres muy lindo, ¿lo sabías?

-¿Uh?... —volteó a verla, notando como sus mejillas estaban rojas, a lo que pensó que probablemente la bebida iba a comenzar a hacerle efecto— ¿Todo bien?

-Si, obvio... —tomó lo final de su bebida— No entiendo porque te sorprende...

-Viendolo así, gracias por el cumplido... Aunque creo que ya no deberías de to-

-Amigoooosssss... —se acercó a ellos el rubio de ojos azules que claramente estaba demasiado tomado, interrumpiendo aquella plática— Vengan a divertirse, aún es... —se detuvo por un momento antes de continuar— No sé que horas sean, pero es temprano...

-Creo que lo mejor sería de que te lleváramos a casa, Jonesy...

-Para nada money...

-Es Honey... 

-Sorry, hab-blo inglés no francéssss o lo que sea que hables...

-Jones, Mari tiene razón, debemos llevarte a casa, ya es muy tarde...

-Pff... —fingió molestia— Está bien... Pero contigo me voy, Honey... Olvidé mis llaves...

-De acuerdo... Vámonos... Solo falta Ramírez...

Después de encontrar a la antes mencionada, como pudieron entre ellas y el zagal de cabello negro, salieron de aquel bar junto con el de mirada azul, que de los 4, era el que más dormido venía, seguido de la mujer de cabello y ojos cafés, a quien también se le habían pasado las copas; ambos venían en la parte trasera del auto mientras el par de mejores amigos iban en frente...

-¿Sabes donde vive Jones?

-No... La verdad no... Tiene las llaves de su casa, pero no sé en donde vive...

-¿Se volvió a mudar?

-Si, tenía problemas con sus vecinos...

-Ya veo... ¿Entonces pasará la noche contigo?

-Él tiene una recámara en mi casa desde aquella vez que fue mi roomie, además de que cuando hemos trabajado hasta tarde, se ha venido a dormir a aquí porque dice que su nueva casa está muy lejos...

-Por un momento pensé que dormiría contigo...

-No, eso era cuando éramos niños, él era mi mejor amigo y yo no tenía el "toque dorado", ahora ya no es nada de eso... Aunque sigue siendo como mi hermano mayor...

-¿Quieres que te ayude a subirlo?

-¿Y Ramírez?

-Que se espere aquí, la dejaré encerrada y después la llevaré a su casa, seguramente su mamá la ha de estar esperando...

-Está bien... Por esta vez acepto tu ayuda porque me siento algo mareada y no estoy muy segura de saber que es lo que digo o hago... No estoy acostumbrada a tomar y se me sube muy rápido...

-Oh... Entiendo... Aunque estas muy cuerda aún...

-Puede...

Dijo con las mejillas rojas antes de cerrar sus ojos y dormir un poco hasta llegar a su casa, donde luego de que ella despertara, ambos sacaron y cargaron con esfuerzo a Jonesy hasta llegar a la habitación en donde lo acostaron y taparon con las sábanas...

-Bueno... —habló el de traje— Ya están a salvo...

-Si...

-¿Se te ofrece algo más?... —la miró negar— Quisiera quedarme pero tengo que llevar a Ramírez a su casa y después tengo que ir a la mía...

-Lo entiendo... Aunque antes... —con cautela se acercó a él y acunó su rostro, haciéndolo sonrojar un poco por aque acto que lo tomó desprevenido— Midas, tengo que decirte algo...

-Mari... ¿Te sientes bien?

-Eres un gran chico, —ignoró su pregunta— con un corazón muy grande... Y me gustas... —admitió con un tono raro— Mucho...

El joven la miró sorprendida y sabía que quizá lo que ella decía era por el alcohol y el sueño que ya tenía, a lo que sintiendo los nervios recorrerlo, habló...

-Chica dorada... No creo que sea el momento...

-Lo es... —se acercó a él para abrazarlo con fuerza sin permitirle responder pronto— Desde hace un tiempo me gustas, aunque te conozca de poco, pero cada día a tu lado me hace sentir libre... —se separó poniendo sus manos sobre el pecho de él— Eres lo que siempre busqué... —pronto recorrió sus manos para la nuca del chico atrayendo su rostro al de ella que se paraba de puntillas con el fin de besarlo, pero antes de poderlo hacer, el joven la tomó de la cintura y la alejó un poco de él con cuidado— ¿Qué pasa?...

-No puedo hacer esto...

-Quiero besarte, ¿qué tiene de malo?

-Nada... —nervioso— Yo también quisiera besarte, pero no así... —su respuesta hizo ruborizar a la fémina— Quisiera que si algo pasara, tú lo disfrutes y te acuerdes... Quiero tener tu consentimiento en los 5 sentidos...

-¿Te gusto?...

-Desde el primer día que hablé contigo... —tomó su mano— Pero no es tiempo de confesarte algo... —besó el dorso de su mano— Ya me tengo que ir, pero prometeme que ya descansarás...

-Lo haré, no te preocupes... —se acercó a él y sin permitirle reaccionar, se paró de puntillas para darle un casto beso en la comisura de sus labios antes de retomar su estatura y comenzar a caminar hacia la puerta de su recámara— Buenas noches y gracias...

Y sin más entró por esa puerta, escuchando como a los segundos la puerta de su casa era abierta y después cerrada, dándole aviso de que él ya no estaba ahí, a lo que salió para asomarse discretamente por la ventana y verlo marchar con su una esperanzadora sonrisa de que ahora podría reflejar sus sentimientos sin miedo a ser herida; definitivamente el haber fingido un poco el estar ebria para poder aclarar que era lo que sentía por él y de paso corroborar que Midas era todo un caballero, había sido la mejor decisión de ese día.

"Midnight Thoughs" // Conjunto de drabbles. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora