Ladrona.

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Una mujer de cabello corto y porte elegante se encontraba llegando a lo que parecía ser una fiesta de noche y antifaces mientras caminaba entre la gente con mucho cuidado, observando entre las distintas personas en busca de su objetivo, a quien debía robarle un anillo en específico con un valor importante, al menos hasta que logró visualizarlo, que fue cuando ocultando una mezcla de nervios y emociones que cargaba en sí, se acercó a él con un caminar algo, —bastante—, "sensual" que rápidamente atrajo la atención del hombre en cuanto la miró entre el gentío, el cual pareció despedirse de los hombres con los que estaba para acercarse a ella...

-Buenas noches... ¿Usted es Midas?

-Buenas noches, dama... —tomó su mano y besó el dorso de la misma, quien miró como él portaba en el dedo meñique de una de sus manos el anillo que ella quería— Efectivamente, yo soy Midas, un gusto... ¿Puedo ayudarla en algo?

-No realmente, solo quería conocerlo en persona... Había escuchado mucho de usted...

-¿En serio?... ¿Por qué?

-Porque escuché que usted posee una maldición que convierte todo en oro, ¿no es así?

-Si, sin embargo como ha podido comprobar, tengo dominio de ello...

-Nada mal... —sonrió de lado— Yo me imaginaba a alguien más... Viejo, pero terminó siendo un hombre guapo y joven, aunque sin un ojo...

-No importa que solo vea por un ojo, siempre y cuando pueda disfrutar de ver las maravillas de la creación, por ejemplo, usted...

-Santo cielo... ¿Siempre es así de coqueto con todas las mujeres que apenas conoce?

-No, no lo soy... Sé reconocer una buena joya con sólo verla, es todo...

-¿Qué está queriendo decir?

-Nada... Simplemente que usted es muy hermosa...

-Gracias por el cumplido, Monsieur.

-Sólo fui sincero... —pasó un mesero con una charola de la cual tomó 2 copas de vino— ¿Gusta?

-No tomo, gracias...

"¿A quién mentía cuando había tenido que comer un par de mentas porque 10 minutos antes había bebido lo suficiente como para apenas estar cuerda, entrar a aquel lugar y hacer su misión?"

-De acuerdo... —de un "tirón" bebió una primer copa— Supongo que más para mi...

-Tan fino y tan borracho... —soltó en manera de una broma— Que predecible.

-Fino si soy, borracho no... —comenzó a beber de la segunda copa— Hace años hice una promesa de que jamás volvería a emborracharme en mi vida y lo cumplo hasta la fecha, pero el vino es asombroso.

-¿Le gusta mucho?

-No precisamente, pero cuando te hace revivir momentos que añoras, se vuelve en todo... O dígame, ¿usted no hace cosas que le recuerden a los viejos tiempos?

-A veces, pero así como los recuerdos pueden ser buenos, también te pueden torturar

-Ya lo creo... Así como me ve, también he sufrido por culpa de mi mente y los recuerdos... —la observó con cuidado antes de beber lo sobrante de la copa— En fin... ¿Gusta ir a bailar, Madame?

-Este lugar está al tope de gente, es imposible bailar aquí...

-Si se puede si realmente bailamos juntos... —la tomó de la mano y la jaló consigo— Venga.

La mujer sólo suspiró mientras era guiada por el mayor, notando como la llevaba a una parte alejada de la fiesta principal a una donde unas cuantas parejas bailaban al son de una música lenta... Muy lenta...

"Midnight Thoughs" // Conjunto de drabbles. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora