Adora bajó las escaleras y entró en el despacho. Estaba lleno de aparatos de alta tecnología. Dentro estaban Bow, dos policías y otros dos hombres a los que no reconoció, pero supuso que provenían del departamento de servicios especiales. De pie o sentados, todos ellos estaban ocupados con el complicado equipo de comunicaciones.—Es casi la hora —dijo Bow—. Todo está preparado.
Adora asintió y se dirigió a la mesa del despacho. Los demás la observaban moverse por la habitación como un gato, con pasos de animal salvaje. Estaban en tres grupos: uno seguía la pista a los secuestradores, otros sólo hablaban y otro hombre estaba listo para dar la señal en cuanto se lo indicaran.
— ¿Algún problema? —preguntó al sentarse.
—No —contestó Bow—. Los hemos localizado en cierta área por el código, pero necesitamos más tiempo para poder estar seguros.
—Tiene que funcionar. Si fallamos, cundirá el pánico y si cunde el pánico correremos riesgos innecesarios. No quiero que la vida de esa mocosa corra peligro alguno, ¿está claro?
Entonces el celular sonó. Todos en la habitación se quedaron helados e inmóviles. Adora estaba sentado en su silla muy quieta con las manos tensas y los ojos fijos en los dos hombres.
Esperaba.
Sonó dos veces. Tres veces. Aquello parecía una eternidad. Cuatro veces. Por fin agarró el celular, se lo colocó en el oído y contestó
— Adora Grayskull
—Ah, buenas noches, señorita Grayskull —contestó una voz sibilante—. Espero que haya podido usted solucionar su problema de los territorios...
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Comenzaba a amanecer cuando Adora entró en el dormitorio de Catra y la sacudió ligeramente para despertarla.
— ¿Qué ocurre? —contestó ella poniéndose alerta instantáneamente con los ojos asustados y somnolientos.
—Ya ha terminado todo, Catra —murmuró ella suavemente—. Tu hija está a salvo.
— ¿A salvo? —parpadeó sin terminar de comprender—. ¿Has dicho a salvo, Adora? ¿De verdad está a salvo?
—Sí.
—¡OH, Dios! —exclamó cubriéndose la boca con las manos mientras las lágrimas de alivio iban inundando sus ojos— ¿Cómo...? ¿Dónde está?
—Te llevaré junto a ella en cuanto estés vestida y lista para viajar.
— ¿Es que no está aquí? ¿Acaso le han hecho daño? —preguntó alarmada.
—No, ni le han hecho daño ni está aquí —contestó la rubia con calma—. Toma... —dijo ofreciéndole una taza de algo caliente—. Tómate esto y luego vístete. Me gustaría salir de aquí en media hora. ¿Crees que podrás estar lista para entonces?
—Sí, por supuesto...
Sufría los efectos de un nuevo shock, el shock de salir por fin de las entrañas del infierno, y eso le impedía hacer todas las preguntas que sabía hubiera sido lógico hacer en ese momento.
—Bien —contestó Grayskull dándose la vuelta deprisa para dirigirse hacia la puerta.
—¡Princesa! —la rubia se detuvo justo delante de la puerta—: Gracias.
Después de lo que había ocurrido la noche anterior no carecía de ironía que ella le diera las gracias. Sin embargo, la rubia las aceptó en su justo valor y asintió ligeramente con la cabeza antes de salir por la puerta.
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PERFIDIA.
FanfictionAU. ADAPTACIÓN. Tres años después de que Adora dejó de vivir con Catra por creer que le había sido infiel y que su hija no era suya, algo hizo que tuvieran la necesidad de reunirse: Habían secuestrado a Finn. Todos sabían que Adora era la única que...