La tenía tan cerca que pude ver las emociones que había dentro de sus ojos, dentro de su ser. Un pequeño atisbo de miedo se reflejaba en sus pupilas y supuse que, a pesar de estar a punto de besarme, dudaba de ello. Quise protegerla de pasar un mal trago, protegerla de mí mismo. La acerqué a mí, la abracé cálidamente y le di un beso en la frente. Un beso fraternal que, a pesar de mis deseos de que no fuese así, de que fuese más pasional, era consciente de que era lo más racional, lo mejor para ambos.
Respondió a mí abrazo. Tenía dudas sobre ello pero Lena era una mujer tan frágil, tan necesitada de cariño...podría parecer dura o contestona pero en realidad era una mujer dulce que estaba lejos de su casa y que había llegado a parar a España tras haber sido tirada por su novio. Cómo podía yo besarla ahora y más sabiendo lo qué sabía? Sabiendo el futuro que estaba diseñado para mí por mi propio padrastro?.
Suspiré mientras tenía a Lena en mi brazos. Por qué había sido tan idiota de ceder a sus ruegos?. Por qué había aceptado su dinero hacía ya cinco años?.
-Qué te pasa, Josh?.
Lena alzó la vista y me miró con sus ojos verdes. No estaba bien porque no podía hacer lo que quería, no estaba bien porque necesitaba besarla y protegerla pero ella necesitaba a un buen hombre. Evité por casi un mes verla para quitármela de la cabeza, a punto estuve de acostarme con otras mujeres pero todo fue en vano. Ahora la miraba a ella y me imaginaba un futuro de mierda para mí mismo.
-Nada, Lena. Dame la mano, ya estamos cerca.
Me dió la mano y seguimos caminando. Su tacto era suave, ella era suave y yo un pobre desgraciado que siquiera podía poner en orden su vida. Qué hacer?
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Ojos Color Miel
RomanceLena es una mujer que roza los treinta. Trabaja como secretaria en un empresa en la que pasa más tiempo del deseado, mantiene una relación con un hombre al que ella poco o nada le importa y su madre está constantemente diciéndole que desperdicia su...