Ojos Color Miel

Lena y la Foto

Desde que había llegado a Zaragoza a la edad de catorce años, Martín había sido mi amigo. Fue un día en el que jugando al fútbol, unos chavales me habían intentado robar un balón de fútbol. Él me defendió, me devolvió el balón y después me llevó hasta el gimnasio de su padre para que me diese clases de karate gratis.

-Has de aprender a defenderte, Josh.

Aquel día gané un amigo y varias lecciones importantes. Y la verdad que nunca más volvimos a separarnos. Siempre había estado apoyándome en todo. Cuando mi padrastro trataba de joderme la vida o cuando mi ex novia Alexandra casi lo había conseguido
Confiaba en él para todo pero tenía un don que a veces, era una desgracia y era su inocente sinceridad.

Cuando le dijo a Lena que había visto su foto en mi móvil, creí morirme y tuve que tirar de contactos rápido y veloz para que crearan un apartado en la página web de mi empresa en la que apareciesen las fotos de todos los empleados. Por qué no decirle a Lena la verdad? Qué le había hecho una foto por qué la consideraba la mujer más bella de la Tierra? Por qué me gustaba pillarla distraída?. Pues porque no podía. Ni decirle esas cosas, ni entregarme a ella y sin embargo, la invitaba a un viaje a Italia en el que íbamos a estar juntos durante cinco días seguidos.

No entendía que me pasaba cuando estaba cerca de ella, no entendía porque la necesitaba cada vez más cerca y, sobretodo, no entendía porque las cosas no podían ser más fáciles, porque no podíamos ser más libres y no estar atados a tantas responsabilidades y contratos.

Tan sólo deseaba no caer en la tentación, no tener que volver a mentirle y disfrutar juntos como buenos amigos. Eso o qué hubiese un giro de tuerca de los acontecimientos y todo pudiese ser como yo quería que fuese.

-Tío, Lena es un amor de persona. Y preciosa por cierto

La tarde siguiente a la velada de cervezas y garbanzos con Lena, pasé por la nave de nuevo para visitar a Martín.

-Sí que lo es.

-Y veo cómo la miras. Por qué no mandas a tu padrastro a tomar por el culo ya, Josh?.

-Porque he sufrido mucho por sacar adelante esas tiendas. Ellas son como mis hijas, no puedo abandonarlas ahora.

-Hasta los hijos se independizan, Josh. El problema es que tú te niegues una felicidad que necesitas por ceder a las presiones de un viejo hijo de puta que no deja de joderte la vida desde que tu madre lo abandonó para irse a Maldivas con su nuevo novio.

-Estoy tratando de buscar soluciones.

-Confío en que no la cagues.

-También yo....