4. Bebida envenenada

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Regla n°02 Las palomas (os) menores de 21 años, deberán llevar su cabello en media cola para reconocerlas.

Emberlyn Walsh

Tener el cabello atado, aún sea en media cola, es algo horrible. Toda la cabeza aprieta. Ha pasado una semana del suceso en el palacio y hoy, será el entierro del rey.

Me encuentro en la torre central de Reelymeer, viendo el castillo en dónde estuve, tan lejano, pero siendo grande, a pesar de todo. A mi lado derecho, está Sopheyla y al otro lado, Kamila, un humana que se volvió una de mis mejores amigas desde que pisé su tierra y me ayudó a encubrirme. Ahora, nos encubrimos para que no descubran nuestra amistad.

—¿La habitación del príncipe se ve desde acá?—inquiere Kamila.

Me sonrojo y no sé porque, ambas ríen.

—Para mi desgracia, sí.

—Sopheyla—llama Kamila, estar en el centro no es agradable por esta razón, la aludida gira—¿crees que Emberlyn viene para verlo desnudo?

—¡Eres una puerca!—chillo.

Sopheyla solo ríe y luego responde que tengo cara de acosadora. Nos enfrascamos en una discusión sobre si veo cosas sucias o no, para luego acabar riendo y olvidando por completo el funeral del rey.

—¡Bajen ya!—chilla mi madre.—¡Llegamos tarde!

—¡Es injusto!—grito de vuelta—Somos antim...

—¡Cállate y baja!

Suspiro, frustrada. No es para cerebritos entender que nadie puede saber que mi familia es parte de un culto antimonarquico, es más mis papás son los fundadores. Odio esto de mi familia, que finjan que les importa el rey como para ir a su funeral, con caras melancólicas. Si no fueran por las estrictas leyes, mi familia y el grupo anti, ya se hubieran revolucionado.

Escucho siete campanadas y veo como posicionan las banderas negras con el símbolo de M y V a media asta.

Las brujas vuelan por el cielo sobre fieles escobas, se ve a las sirenas alzando el agua para llegar al palacio, los elfos simplemente salen de sus casas y por último, los humanos suben a botes que los llevarán hacia el palacio, las palomas simplemente caminamos por el puente.

En estos casos, los humanos son básicamente obligados a asistir ya que se trata de un asunto real. Solo en casos como estos.

Los mayores de 21 años, son completamente blancos y ellos sí pueden ser tocados porque están en su etapa de madurez, en cambio, yo y los menores de esa edad somos como humanos con la diferencia de siempre tener media cola para que no nos toquen.

Las tres bajamos y mi madre básicamente camina a pasa rápido, intentamos seguirle el ritmo. Lo bueno de ser humano, como Kamila es que puedes meterte entre la gente sin miedo a que la toquen, las palomas menores de 21 años vamos en un tumulto separado por metros, para no chocar con nadie.

Llegamos y nos detenemos para observar el palco principal, donde los miembros de la familia real observan todo con superioridad. Creídos. Presumidos. Idiotas sin sentimientos. El espacio es enorme, a pesar de estar en una isla; las palomas jóvenes estamos apartados de los demás, total somos los "que hay que proteger para resguardar la inocencia y la pureza".

—Oye,—llama Sopheyla. No sé donde se ha metido Kamila, estaba a nuestro lado, pero ahora se esfumó.—El príncipe Ezekiel mira hacia mí.

La miro con incredulidad.

La Corona MalditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora