Regla n°21 Código Beige significa búsqueda de familia real, Código Rojo significa búsqueda de cualquier persona de ValleyMoore y Código Magent significa búsqueda y captura de presos sueltos.
Emberlyn Walsh
Ezekiel intenta dejarme en la cama, pero con la poca fuerza que tengo, me agarro a él.
—Ember, mi niña, es para que...
—No, no me dejes.
Sí, tengo mucho miedo. Muchísimo. El simple hecho de sentirme indefensa, sin fuerzas, sin ganas de nada me causa mucho miedo, fue lo mismo que sentí cuando...Muevo mi cabeza para desaparecer el pensamiento.
—Solo un rato.
Me tira en la cama con suavidad, suelta mis manos y mis piernas, yo no puedo hacer mucho, no tengo nada de fuerza. Frunzo el ceño y hago un puchero. Él chasquea su lengua y pasa su dedo por mi mentón.
—Quita esa cara. —pide remedando mi puchero.—Hay personas a las que les sale feo fruncir el ceño.
Y me sale una pequeña sonrisa. Alguien toca la puerta y el corre a abrirla, cuando voy a replicar de por qué se aleje, él ya se está colocando a mi costado y agarrando mi mano.
—Te van a revisar un rato, ¿ya, amor?—sonrío al oírlo decir lo último y él lo nota.
Pasa la mano que está libre y me acaricia mi cabeza. El doctor se acerca y yo me encojo ante su tacto.
—Ha recibido bastante carga eléctrica.—anuncia.
—Doctor, deberá mantener en secreto el tema que le diré, se lo pido como futuro rey de ValleyMoore.
Él se lo va a decir. El doctor sopesa sus opciones y luego asiente con la cabeza. Mientras Ezekiel se arma de valor, veo como saca jeringas, cremas y pastillas. Me encojo aún más.
—Ella está embarazada.—suelta.
El doctor detiene lo que está haciendo y nos mira a ambos.
—¡Señor, me lo hubiera dicho antes!
Sin si quiera pedirlo, rompe mi vestido dejándome en ropa interior, Ezekiel aparta la mirada con rapidez y yo hago una mueca, hace mucho frío. Empieza a palpear todo mi vientre, saca un instrumento médico y lo hecha sobre mi vientre, es una crema viscosa que se eleva hasta mostrar un círculo en el aire. El doctor lo agarra y el sonido de un corazón inunda toda la habitación.
—Y ese es el latido de su bebé.—sonríe—Sigue ahí.
Entreabro mi boca sin saber que decir, es tan maravilloso la sensación de escuchar algo que viene de nosotros, un ser vivo, alguien que ha superado el hecho que casi muero electrocutado, es simplemente mágico.
—Pierdan cuidado, no diré nada, mis labios están sellados ante usted, mi rey.
—Gracias.
El doctor continúa revisando mi cuerpo, me hecha una pomada en mi labio roto. Limpia la sangre seca de mi nariz y coloca una crema. Me hace tomar una pastilla, que según él no le hará nada al bebé. Con un hechizo sobre mí, ve todo el interior de mi cuerpo, agradezco que todo esté donde debe estar.
—Le recomiendo que descanse, tome estas medicinas para el bebé y estas para que recupere energías. Todo su cuerpo se encuentra debilitado, a pesar de no tener nada riesgoso.
Guarda sus cosas y se acerca a la puerta.
—Felicidades y larga vida a los reyes de ValleyMoore.
Nos da una última mirada antes de desaparecer por la puerta, miro a un Ezekiel que continúa embobado mirando a la nada. Muevo su brazo y él se despabila.
—Sopheyla me usó para sacar a Anton y yo...
Presiona sus labios sobre los míos y me tardo unos segundos en reaccionar. Cierro mis ojos y respondo al beso. Se aleja lentamente dejándome anonadada.
—Eso no importa ahora.—sonríe, me alza un poquito y me tapa con las mantas de lana—Duerme, descansa y luego veremos eso.
Se aleja un poco y se saca su gabardina. Me destapa y me ayuda a colocarla en mí, para luego volverme a cubrir con las mantas calientitas.
—Duerme.—besa mi coronilla
—Tengo miedo que te vayas.
—No, te juro que no me voy a ir.
—Creo que Edel dijo que tenías reunión con las regentes de cada pueblo, iba a ser parte también y...
—Duerme, Ember, no seas caprichosa.
—Te vas a ir—me quejo—no quiero dormir porque cuando lo haga, tú te habrás ido y regresarás después y fingirás que nunca te fuiste.
Ríe, una risa que creí que no volvería a escuchar.
—Te sabes todas, eh—dice, incrédulo
Corre hasta su armario y se quita la camisa, se quita el pantalón apretado y se pone uno de chandal. Se saca los zapatos y remueve su cabello y sus anillos. Corre hacia la puerta y le hecha pestillo.
—No hay forma que vaya a una reunión así ¿o sí?—inquiere mostrando la manera en la que duerme.
Niego con una sonrisa. Vuelve a acercarse a mí y mira mis manos. La mano que Sopheyla utilizó está morada, pero aunque sea sigo teniendo mano. En la otra está el anillo, él intenta sacarlo, pero me niego.
—No, quiero dormir con él puesto.
—Si lo prefieres.
Me empuja hacia el lado derecho de la cama y el se echa donde yo estaba, chasquea y las luciérnagas apagan sus luces, dejándonos a oscuras. Lo dejo echarse de costado para que me pueda acurrucar, lo hago en su pecho y paso mi pierna sobre las suyas, con mi brazo, abrazo su espalda y él pone su mano en mi cabello.
—Tan flexible—se burla
—Perdón, al final Sopheyla...
Lo oigo bufar, pero no puedo ver su expresión.
—¿Hay alguna forma de hacerte entender que vamos a hablar de eso cuando estés recuperada?
Lo pienso un rato. Realmente necesito hablar con él sobre lo que pasó pero él no quiere ceder, lo entiendo, lo hace por mí. Pero sí que puede ceder a otra cosa, sonrío.
—Sí. Dime otra vez amor.
Ríe en voz baja, pero puedo sentir su pecho subir y bajar por la risa.
—Pero duérmete...—me besa la cabeza—amor.
Y me duermo con una sonrisa y sé que él no se va, las pruebas son él acariciándome toda la noche, toda.
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Un beso plumoso para ustedes,
Hannah Estrella🖤
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La Corona Maldita
Roman pour AdolescentsEl mundo estaba en devastación cuando un mago creó ValleyMoore, cuatro especies convivían juntas, palomas/humanos, elfos, sirenas y brujas. La paz acaba cuando el mago muere y todos comienzan a pelearse para asumir el trono. Después de mucha sangre...