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—Hey, vine porque quería verte.—Jennie rascó su cabeza nerviosa mientras veía a la menor verla con un sonrojo, y sonrió.— H-hoy te ves muy linda, Lisa.

—¿Tú crees? Sólo es el uniforme.—La mayor estaba indecisa de tomar la mano de la menor, o abrazarla por la cintura, o simplemente tomar su hombro.

—Tú haces que se vea bien... ehm, ¿Quieres que te ayude con la mochila?—La pelinegra asintió, nerviosa, y se la cedió a la otra. Comenzaron a caminar, veían las compañeras de la menor que la veían sorprendías porque estaban viendo a una chica de universidad caminar junto a su compañera. Jennie las ignoró levemente.

—Gracias por venir, quería verte yo también.—Admite tímidamente, y notó cómo Jennie se sonrojó levemente, riendo nerviosa.

—Lisa, ¿Tienes hambre?—Negó, y la otra asintió. —Es sólo que quería invitarte a una cafetería porque el otro día yo-

Una gota cayendo en su cabeza le llamó la atención y después cayeron otras cinco hasta que comenzó a escuchar la lluvia caer de manera ruidosa. Rápidamente se metió a un quiosco cerrado, sólo quedando a centímetros de la menor, quedando frente a frente.

Ambas se sonrojaron, viendo que si se movían un centímetro iban a quedar expuestas a la lluvia y Lisa no quería eso, ya que había pasado varias horas peinándose para la mayor para que la elogiara, y todavía no había llegado ese momento.

Ambas desviaron su mirada cuando se dieron cuenta de que estaban realmente cerca una a la otra. Jennie tragó saliva.

—Me gusta tu pelo, pero realmente siempre te ves linda...

—Gracias por notarlo...

—Hey

Ambas hablaron al mismo tiempo, y Lisa con un gesto le pidió que hablara ella.

—Así que...-Carraspeó.—Nos gustamos, me gustas, te gusto, no sé por qué pero, te gusto.—Lisa la vio seria, diciendo o que había varias razones y Jennie sólo sonrió.—¿Qué pasará?

—No lo sé, tal vez debemos salir.—La castaña volvió a sonreír, asintiendo, y la vio.

—¿Entonces?

—Jennie, ¿Quieres ser mi novia?—La otra abrió su boca sorprendida, pero asintió, sonriendo, feliz.Sólo la vio por mucho tiempo hasta que se atrevió a hablar.

—¿Pu-puedo darte un beso?—Lisa sólo arqueó sus cejas y asintió, tímidamente, e hizo un piquito, acercándose a ella. Jennie sólo suspiró, sujetó su rostro, y supo algo.

Si Lisa todavía era muy tímida como para besarla, todo sería como la menor quisiera, así que Jennie también le dio un piquito corto, haciendo a Lisa ponerse roja como cereza y hacerla ocultar su rostro en el hueco del cuello y hombro de la mayor.

La castaña sólo la abrazó, sonriendo. Acepto ser tu novia, Lisa.—Escuchó cómo la otra chilló.—Hum, ¿Mañana quieres venir a una parrillada que organizaron mis papás?

Y la otra asintió tímida, haciéndola reír.

***
—¿Ahora Jennie Kim es tu novia?—Preguntó el hombre fornido, viendo a la castaña sentada en su cojín y ella asintió, tímida.

—Hum, señor Bruschweiler, juro que yo

—¿Desde cuándo?

—Desde hace dos días, ayer se la presente a mis papás en una parrillada y ellos la recibieron en la familia de una manera muy linda.—Sonrió tímida, tomando del té que le había ofrecido la señora Bruschweiler.

—¡Felicidades! ¡Siempre supe que iban a ser algo! Lisa siempre me platicaba sobre ti, Jennie-ah.

—¡Mamá!

—¿Ta hablaba de ella? ¿Y a mi no? ¡Princesa, debiste decirme que te gustaba Kim!

—¡Papá! La menor gritó, tomando tímidamente la mano de la otra, que mostró miedo ante eso y la vio, pero la otra le hizo saber que estaba bien eso.—Jennie es mi novia, un día que fue por mi a la escuela yo se lo pedí

—¿Y fuiste tú? Kim...

—Yo-yo fui la que dijo que me gustaba y Lisa se adelantó ese día.—Tomó de su té de nuevo, y tembló, cosa que Lisa notó y aumentó el agarre en su mano.—Pero quiero que sepan que yo juro cuidarla, amarla... protegerla y nunca hacerle daño, les juro que yo jamás me atrevería hacerle daño, les juro que yo jamás me atrevería de eso...

—¡Qué tiernas! Haré un pastel para celebrar esto.

Pero el señor Bruschweiler sólo miraba a la nueva novia de su hija, sosteniendo el tenedor y después vio la mano de la morena, que la quitó de la mesa, poniéndola detrás de su espalda.

- ¡no soy una niña! ャ JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora