—¿Recuerdas nuestra primera cita como novias?
— Jennie rió, asintiendo mientras mordía sus labios.—Osita, estaba tan nerviosa.Un puchero de la menor mientras entrelazaba sus manos con la otra, que rió mientras volvía a asentir.—Yo igual, Dios, ese día temblé mucho, me preocupé más por oler bien para ti que mis manos fueran a hacer algo feo.
—Pero no pasó nada, Osita.—Rozó sus narices, riendo, y Jennie sostuvo su cintura para seguir acariciando su nariz y ahora bajó a su cuello, haciendo a ambas reír.
Oh, desde la vez que por accidente Lisa se sentó en el regazo de Jennie ellas habían comenzado a sentarse así en entornos cómodos como la casa de Lisa o el departamento de Jennie, así que ahora estaban sentadas de esa forma, riendo, dándose caricias y amor.
—¿Qué te parece la vez que te presenté a mis amigos?—Jennie abrió la boca, y luego hizo un puchero, llevando sus labios abajo en un gesto triste.
—Rosé me dijo 'suertuda', Ten me dijo 'Hazle algo mal a Lisa y despiertas sin pelo y Mina me preguntó mi tono de cabello.—Lisa acunó su rostro con sus manos y la vio, riendo.
—Te amo mucho, amor.—Y la besó, haciendo a la mayor sostener su cintura de una forma tierna mientras la acariciaba y paraba en su espalda.
Su sesión de besos fue interrumpida por un
silbato, asustándolas a ambas.— Esa mano, otra de esas y estás fuera de esta casa—. Jennie vio ofendida su mano, viendo que estaba en su espalda, y volteó a verla.
—Disculpe Señor Bruschweiler, pero mi mano está en su espalda, no más abajo o más arriba. —Lisa asintió, frunciendo su ceño, y el hombre fornido sólo entrecerró sus ojos, la señaló, y después mostró un lápiz.—Lisa, ¿Te gustaría que quite mi mano de tu espalda?
— No Osita, quiero que la dejes ahí.—Su padre la vio, abriendo la boca ofendido, y Lisa achicó sus ojos. — Jen, ¿Crees que podamos ir a tu departamento?
—No
—Sí, vayan, vayan, no se preocupen.—Y llegó la señora Bruschweiler para tomar a su esposo, acunar su rostro y hacerla mirarla sólo a ella.—Vas a dejar que se vayan.
💭
—¡Hola, Jennie!—Rosé saludó levantando un objeto verde transparente y la mencionada abrió sus ojos, corrió hacía ella, y lo escondió debajo de una silla, viéndola furiosa.—¿Qué te dije de usar el maldito bong aquí, y mas cuando mi novia viene?
—Perdón señorita correcta, no recordé que hoy volvia a ser niñera.
—¿Qué dijiste?
—Que vino a depositarte algo la cigüeña.—Rió, apuntándola, y después vio a la menor entrar timida.—Hola, Lalisa.
—Hola, Rosé, ¿Cómo te va?
—¿Que si quiero pan?—La pelinegra volteó a ver a su novia, que rió nerviosa.—¿Que si yo choqué la van? Jennie, ¿Qué dijo? Estoy muy dro
—Bueno nos vamos a mi cuarto, cuídate.—La castaña llevó a su novia al cuarto mientras tomaba su cintura y una vez que estuvieron dentro, Jennie la besó una vez que escuchó que iba a preguntar algo.—Te amo no le hagas caso a Rosé...
—¿Tú haces eso?—Jennie sonrió mientras negaba, viéndola seria.—¿Lo juras?
—Lo juro, amor, sólo Rosé, Sana y Taell, hablando de, ¿Te gustaría conocer a mis amigos? —Lisa sólo ladeó su boca.
Iba a conocer a los amigos de su novia que iban de 20 a 25 años, y se sintió intimidada ante la imagen. Con lo que le había dicho la mayor se los había imaginado con pipas por ahí y por allá, tatuados, con piercings y con chaquetas de cuero.
Pero qué tonta se había sentido.
Cuando llegó a ese departamento vio a gente... ¿Nerda? Los veia jugar videojuegos, platicar con un vaso de soda en la mano, y vestidos totalmente contrario a lo que había pensado. Hasta Taell, el que había pensado que era el más rudo de ellos llegó con una camisa a cuadros y un sweater rosa. Lo saludó nerviosa.
—Jennie habla tanto de ti que ya hasta siento que te conozco desde hace años—Dijo, riendo, pero la vio y se le acercó.—Si te llega a hacer algo me dices y yo seré el primero en contratar a un tipo de 1,90 para hacer justicia.
Y no sabía por qué sólo le decían a su mayor que no la cagara. Entre ellas dos cualquiera la podría cagar, así que sólo rió mientras tomaba de su Coca Cola y sentía a Jennie sostenerla por la cintura mientras se la presentaba a todos. Vio la barrita y se sintió inocente por pensar que todos estaban consumiendo refresco.
—¡Jennie!—Y una voz reconocida para ella llamó a su novia, y frunció el ceño.—Viniste con tu novia...
Oh cariño, yo también puedo ser posesiva. Pensó en su novia cuando sintió que el agarre en su cintura aumentó, y ella la vio, puso los ojos más tiernos y controladores que podría poner, y la beso, haciendo que Jennie se levantara más para alcanzar sus labios.
En cuanto se separaron supo que fue de los mejores besos que se han dado porque la mayor tenía una gran sonrisa y buscó más, llevándola a un lugar aparte de la fiesta mientras reia. Apenas sintió una pared topar en su espalda. levantó su vista.
—Amor, no me gusta que te sientas celosa, ¿Sabes? Debes saber que literalmente sólo tengo estos ojos chiquitos para ti.—Los señaló, siendo a la menor reír mientras la veía y ella misma los achicaba, sonriendo.
—Tu igual eres la única que mis oclayos ven.—Y ambas rieron, se volvieron a besar, y rieron.
ESTÁS LEYENDO
- ¡no soy una niña! ャ Jenlisa
Fiksi PenggemarPorque una Lisa de 18 años es la novia de una Jennie 21 años, y aunque sea poca diferencia, Jennie no puede dejar de pensar en su novia como en una niña pequeña. Y Lisa quiere que deje de pensar eso. ᰔ Adaptación autorizada, todos los créditos a @ma...