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— Hoy fui a comer con NaYeon, amor — Jennie la vio con el ceño fruncido y tomó sus manos, dejando su café de lado,

— ¿Se disculpó bien, te dijo algo malo? — Oh... Lisa frunció su ceño y vio sus manos confundida, sólo viéndola.

— ¿Le pediste que lo hiciera?

— Oh, no, amor, de hecho ella me pidió, me dijo que si tenías una mala imagen de ella y...

— ¿Sigues hablando con NaYeon? — La castaña rió, y comenzó a sacar su celular mientras se lo brindaba a la menor, pero esta sólo lo rechazó. — Entonces ella sólo te contacto.

— Sí, de hecho hace un año cambié de número porque... ¿Recuerdas cuando fuimos a alimentar patos y se cayó mi celular al agua? Sí, eso pasó, pero aun así, tú no tienes que preocuparte, mi amor, ya he dicho...

— Sólo pregunté, pero bien, gracias por aclararlo.

Jennie vio cómo los dedos de Lisa comenzaron a apretar sus piernas, y ella llevó su mano a las: pequeñas manos de la otra, entrelazándolas. No queria que fuera insegura, nada de eso, queria que Lisa supiera que contaba con ella y que jamás le haría algún mal, no quería hacerla llorar nunca.

La castaña le sonrió mientras acariciaba sus nudillos con su pulgar, relamió sus labios, se acercó a besar su mejilla, viendo a la menor sonrojarse tierna.

Su corazón se aceleró cuando vio esos hermosos ojos abrirse, esos labios entreabrirse y esas mejillas que iban tomando más color cada vez que se alejaba hasta donde estaba.

— Te amo mucho.— Sonrió, tomo de su café y entrelazó su mano más fuerte. — ¿Qué hablaste con NaYeon?

'Sexo'.

— Oh, sólo hablamos de tú cómo novia, muy tierna, y que ella está interesada en alguien más, creo que se llama ChanYeol.

La amaba tanto. Jennie sólo vio el rostro de su novia pensante en el nombre, pero eso la hacía totalmente feliz y le hacía sentir su corazón alborotarse con locura. Sonrió.

— ¿No será ChaeYoung?

— ¡Si, ella! — Se acercó a besarla, ahora en sus labios, y se llevó un dulce sabor a chocolate en sus labios, pero la otra arrugó su nariz — Dios, no me gusta el café, amor.

— Uhm. pero a mi me gusta mucho el chocolate y justo estás tomando una malteada de mi nieve favorita — Relamió sus labios frente a ella, haciendo a la menor torcer sus ojos.

— Limpia tus labios y vuelve a besarme. —La mayor se llevó una rápida servilleta a sus labios, y en cuanto lo hizo, Lisa se acercó, sólo a dejarle un tímido piquito en sus labios. Se separó, usó las servilleta para cubrir su rostro lleno de verguenza, y Jennie sonrió.

— Me gustas mucho. Lili.

— Y tú a mi— Sus manos todavía entrelazadas y Lisa que tenía su pálido rostro rojo, como una cereza. Jennie amó esa linda vista que tenia y volvió a tomar de su café, riendo.

- ¡no soy una niña! ャ JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora