Alto ahí,no se aceptan alfas ¡Pero si eres mi omega! [KookTae]

୨ ☕️ᦾ𓂃 Epílogo

Pov's Taehyung:

Dos años

Dos años habían pasado desde que Jungkook se había ido, y en todo ese transcurso no he sabido nada de él desde la última vez que llamó diciendo que había llegado con bien. Conversamos unas semanas y ya no volvió a devolverme mis llamadas.

Mi lobo estaba triste, deprimido al no tener a nuestro alfa cerca, y no lo culpo, yo estaba exactamente igual, lo extrañaba demasiado.

Jimin me dijo que Yoongi tampoco sabía nada de Jungkook, y que Namjoon mucho menos.

Es como si Jungkook los hubiera olvidado...

No, no es así, sé que no es así, sé que volverá, no sabía la fecha exacta pero él lo hará.

Así me estuve convenciendo durante meses cuando, ya habían pasado más de dos años y él no volvía.

Me estaba deprimiendo demasiado, necesitaba cerca a Jungkook, pero él no estaba.

No estaba aquí...

Sentía que todos a mi alrededor eran felices. Jimin estaba más que emocionado con la llegada de su primer cachorro, porque sí, después de unos años de relación se comprometió con Yoongi, y actualmente se encontraban esperando el nacimiento de su primer hijo.

Con Jin hyung la cosa no era muy distinta, él estaba en una relación con Namjoon. Oficializaron su relación hace unos meses y ambos estaban más que felices con ello.

Y yo, bueno, yo extrañaba demasiado a Jungkook, pero nada ayudaba, él no estaba, no se comunicaba conmigo y era como si ya no supera quién era.

Esa tarde, como de costumbre, había regresado temprano al departamento, avancé con unos trabajos hasta que se hizo de noche.

Cuando me di cuenta de la hora ya eran casi las ocho de la noche, fui a traer un ramen instantáneo, y cuando terminé de prepararlo me había sentado en el sillón de la sala, portando una gran polera y mi cabello estando amarrado por una liga.

Iba a darle una probada a mi comida, cuando escucho que tocaron mi puerta.

Con flojera, dejé a un lado mi cena para acercarme a la puerta y saber quién rayos era.

— ¿Quién es? — llamé tras la puerta —

— El amor de tu vida — lo escuché decir a través de la puerta.

Bufé con gracia

— Perdón amigo, pero el amor de mi vida está a miles de kilómetros de aquí, así que tú no eres él.

Desinteresado, iba a volver a sentarme en mi sillón, cuando escucho nuevamente cómo vuelven a tocar la puerta.

Abrumado, abrí la puerta, quedándome quieto en mi lugar al visualizó a la persona frente a mí.