Historias Cortas Para No Aburrirse

12 DE ABRIL (Colaboración con Li_Anto)

12 de abril, 6:00 am: todos los días me levanto a la misma maldita hora, camino por el pasillo hasta el baño, del baño a la cocina y de la cocina a la mesa, donde me espera el mismo desayuno de siempre.

6:30 am: el uniforme de la escuela, cada día más incómodo, pero bueno, técnicamente papá acaba de comprarlo y no puedo ponerme otra cosa.

7:00 am: el frío de Pensilvania no deja de hartarme, ¿por qué no podemos mudarnos a Los Ángeles?

7:10 am: subir al autobús es cada vez más difícil y evitar las miradas lo es aún más.

7:45 am: las puertas apenas abren y yo entro corriendo a esconderme del equipo de fútbol hasta que empiecen las clases. Mamá dice que ser puntual es un privilegio, pero comienzo a creer que es más bien doloroso.

8:00 am: la campana suena y yo salgo de mi escondite hasta que solo se escucha al conserje. Sé que tengo que entrar a clases, pero esta puta ansiedad de esperar a que suceda lo de siempre me está consumiendo y no quiero vivirlo de nuevo.

8:15 am: esta vez va a funcionar, tiene que funcionar. Al fin descubrí la contraseña de la caja fuerte en el escritorio de papá. Abro mi mochila y la veo, no es muy grande y no le caben muchas balas, pero es suficiente para acabar con todo.

8:20 am: el gatillo entre mis dedos se siente frío y la boquilla sube hasta el costado de mi cabeza. He intentado de todo.

Al principio parecía divertido. Molestarlo entre clases, quedarnos con sus tareas, lanzarle balones mientras comía en el patio, meter su cara al escusado, tratarlo como inútil.... Uff, si tan solo hubiera intentado ser su amigo, hacerlo encajar con mis amigos del equipo y conseguirle una cita, tal vez todo sería diferente, tal vez no habría llegado a la escuela con una escopeta en su mochila, tal vez no habría convencido al otro chico que molestábamos para ser su cómplice y encerrarnos en la escuela.

8:25 am: quiero hacerlo, pero no puedo. Creo que es mejor que yo lo haga, antes que el disparo que inició todo suene.

- ¡No te muevas!

Mierda, de nuevo me encontró.
Sujeto la pistola con más fuerza, esta vez no será él, sino yo.

Matarlo a él no es opción, ya lo lastimé demasiado.

- ¿Qué sientes ahora que soy yo el que te ataca?

He escuchado esto tantas veces, ya es suficiente.

- Lamento haberte causado tantos problemas, pero no me matarás otra vez.

¡Bang!

12 de abril, 6:00 am: todos los días me levanto a la misma maldita hora...

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Esta es una historia que escribí en colaboración con Li_Anto.

También pueden leer sus historias en Wattpad, se las recomiendo.