The boys who lied +21

Capítulo 5

Frederick

Escuché golpes fuertes en la puerta y abrí los ojos de golpe, mire el reloj y eran las tres de la mañana y casi olvidó que Ginger está aquí dormida encima de mi. Pero no se movió, su respiración era tranquila y estaba muy dormida.

—Ella no está en su habitación — la voz de Reese se escuchó del otro lado de la puerta.

¿Que mierda quiere a estas horas de la madrugada?

¿Y para que quiere a Ginger?

Ginger

Siento unos brazos cargándome y traté de abrir mis ojos para poder ver quien era.

Reese.

Mierda, ¿estará enojado?

Yo creo que si.

Entre un poco en pánico por si seguía desnuda pero no fue así, porque llevaba una playera larga que me cubría todo.

—¿Que estás haciendo Reese? — talle uno de mis ojos.

No respondió.

Si, esta molesto .

Abrió la puerta de mi habitación y la cerró, con cuidado me coloco en la cama y me paso la colcha por encima.

—Estas enojado, ¿verdad?

—Duérmete ya, Ginger — estaba quitándose los zapatos.

Después de ponerse su pijama, se acosto a lado de mi. Puse una de mis manos en su mejilla y le di una leve caricia.

—Lo siento. —susurré.

—Mañana lo hablamos— me paso un brazo por encima y me acerco más a él.

Lo hace para que no te vuelvas a escapar.

No, Reese si me quiere. Yo lo sé.

Definitivamente está molesto, siempre cuando pasa algo a él no le importa la hora y siempre lo hablamos hasta que las cosas estén resueltas pero esta vez si me pase y la cague. Ahora mañana en las clases no me hablará y no se sentará conmigo en el almuerzo.

Mi culpa.

☽☽☽☽

Me desperté y como era de esperarse Reese ya no estaba, pero si estaba fluffy.

Cuando termine de arreglarme y hacer mis cosas, baje a desayunar y no me dijo nada. Ni un "Buenos días"

Otro día largo.

—Ginger — la voz de Frederick me saco de mis pensamientos.

Dirigí mi mirada hacia el y me indicó a que lo siguiera por la sala y eso hice.

—¿Qué pasa? — pregunte, y note que hecho varias miradas en la cocina y justo cuando no venía nadie me tendió la pastilla.

—Quise dártela antes — rasco la punta de su nariz— Pero quise esperar a que terminaras de desayunar.

—Gracias, por un momento se me había olvidado. — me dió una botella de agua y yo creo que quiso esperar para tomármela.