The boys who lied +21

Capítulo 6

Ginger

Nos dirigíamos a la cafetería del instituto y todo estaba lleno, por suerte encontramos una mesa vacía. El chico se sentó frente a mí y yo ya estaba poniéndome de los nervios, mire a mi alrededor y no había rastro de ellos.

—Ginger— habló el rubio.

Me saco de mis pensamientos.

Estás nerviosa.

—¿Si?

—No pasará nada— hecho una risita —Estaré bien y aparte me sé defender.

A ver si es cierto.

—Y dime — se metió una papa frita a la boca — porque en tu familia son así de...

—¿Reservados? — termine por él y asintió con la cabeza —no lo sé —me acerque un poco a él — ¿Por que de la nada llegas tú y me hablas?

—Cualquiera de todos los chicos — señaló a su alrededor— lo hubiera hecho.

Ve preparando tu funeral.

—Si — le di un sorbo a mi bebida — cualquiera lo haría — y a tu pregunta, como respuesta te diré — me mira atentamente — si siempre hemos sido así y es normal.

No lo es.

—Para mí sería un poco raro.

¿Es normal que me sienta bien hablando que no sea con alguno de ellos? Porque si es así ya lo extrañaba.

—No me dijiste tu nombre — rompí el magnífico silencio.

—Jason— se terminó de comer su hamburguesa — Solo dime así.

—¿Ya nos conocíamos o algo? — se llevó una mano al pecho.

Se ofendió.

—Ginger— empezó a reírse —No puedo creer que no te acuerdes de mí.

Pues no.

—Últimamente se me da bien de olvidar las cosas —me enrojecí.

—Ya me di cuenta.

No me gusta que la gente se ría de mí, pero jason me encanta su risa y es un poco contagiosa.

Disfruta el momento mientras puedas.

☽☽☽☽

Salimos de la cafetería y jason fue muy lindo de su parte acompañarme hasta mi salón.

¡Y sorpresa!

Fue bonito mientras duró.

Al final del pasillo alcancé a ver dos chicos altos que venían a paso rápido en nuestra dirección.

William y Frederick.

La gente empezaba abrirles el paso mientras murmuraban cosas y todas las miradas se dirigían en nosotros. El primero en aventar a Jason en la pared fue William.

¿De donde saca tanta fuerza?

—¿Qué estás haciendo tú con ella? — soltó William en voz alta.

Sus rostros estaban casi cerca de una manera amenazante.

—¿Que estabas haciendo con nuestra hermana Charlie? — dijo Frederick en un tono tranquilo. Su mandíbula estaba tensa y sus puños apretándolos, casi lastimándose pero a él no le importa.