The boys who lied +21

Capítulo 9

Me la pase todo el día en mi cuarto, ya que vivir con cuatro hermanos es estresante. La noche llegó, y estaba apunto de irme a acostar, pero tocaron la puerta.

¿Quien será?

William tal vez.

Me encamine directo hasta la puerta y la abrí.

William.

Te dije.

—¿Vienes por venganza? —no respondió. Me apartó para que él pudiera entrar —Se puede saber por qué entras así de la nada?

Tampoco respondió. Me giré para cerrar la puerta, sentía su mirada en mi —ya no me importaba —Sentí a William detrás de mi.

Me rodeo el cuello con una mano. No de una forma brusca, pero si de una manera para mirarlo desde arriba. Su otra mano la recorrió desde mi abdomen y sentí algo húmedo en mi cuello, su lengua besando y lamiendo hasta el lóbulo de mi oreja. No pude evitar soltar un pequeño jadeo.

Las manos de William tocaron mi cintura, sentí como bajaba mi short. Lo deslizo hasta que llegará a la punta de mis pies.

¿Me estaba gustando?

Sí.

Sus labios presionaron los míos en un beso hambriento, con deseo. Se deshizo rápidamente de mi blusa —no traía sostén—William tomó unos de mis pechos entre su mano y lo apretó, su vista se dirigió hasta el otro y lo mordió.

Tras ese tacto, mi cuerpo se estremeció por completo y sentía que mis piernas me fallarían en cualquier momento.

William se quitó su camisa y me alzó en sus brazos haciendo que envolviera mis piernas alrededor de su cintura, me sostuve en sus hombros y conmigo en brazos camino de reversa hasta la cama.

Mi mano se dirigió en su pantalón y deshice el cierre, William rápidamente se bajó los pantalones junto con su bóxer y los lanzó del otro lado de la habitación.

Pude ver su gran miembro.

Cuando iba a entrar lo detuve.

—¿Condon? —puse una mano en su mejilla y le di una leve caricia —No queremos sorpresas después.

Pude ver que sonrió y ¿de donde saco un condon detrás de mi oreja? Este si que es mago. Al ver mi cara de "como hiciste eso" soltó una pequeña risita.

Como extrañaba escucharlo reír.

Me cargo de nuevo y me dejo de espaldas en la cama y el se puso arriba de mi. Abrió el paquetito con los dientes y sin despegar la mirada de mi, me levante un poco para que pudiera acomodarlo y cuando terminó, habló.

—¿Lista? —preguntó.

—Por dios, William.. — solté un gemido. Su miembro ya dentro de mí y mi respiración ya estaba totalmente agitada, apenas está empezando.

—¿De quien eres? —susurró cerca de mi oído.

Al ver que no respondí, siguió moviéndose más rápido. El respaldo de la cama se escuchaba por todo el cuarto.

Pobre Craig.

—Tuya... soy tuya —gemí, los movimientos seguían siendo bruscos.

☽☽☽☽

Quería pararme para ir a la cocina, pero William tenía un brazo encima de mi.

—Duérmete ya, Ginger —susurro en voz ronca.

—Pues si sigues roncando fuerte —le di un pequeño golpe en la cabeza —No podré hacerlo.

—Estás mintiendo —río por lo bajo—Yo no ronco.

Iba a decir algo más pero el sonido de su teléfono me interrumpió.

—Te están marcando.

—Me importa un carajo.

—Tal vez es algo importante.

De mala gana se paró de la cama y fue directo a recoger su pantalón, finalmente saco el teléfono.

—¿Que quieres Craig? —sonaba molesto —Bien, le diré que la buscas.

Colgó el teléfono.

—Era Craig —se volvió a acomodar en la cama —Dijo que quería hablar contigo y te espera en la sala.

—¿Por qué nadie me deja dormir? —me quejé poniéndome de pie.

—Quéjate con el —me apuntó con un dedo —Vístete.

—¿Me ayudas? —hice un puchero.

—¿No puedes? —estaba sonriendo.

Maldito.

Al final me ayudo a vestirme.

—Fue fácil —dijo y se volvió a acostar en la cama.

☽☽☽☽

Baje directo a la sala y ahí estaba Craig.

Como casi todas las noches.

—Yo hubiera ido directo a tu habitación, pero no quería interrumpir lo que estaban haciendo.

—¿Necesitabas algo? —pregunte mientras tomaba asiento a su lado.

Tomo una de mis manos y me miro a los ojos.

—¿Te sientes bien últimamente?

—Te refieres...

—Los recuerdos, Ginger —terminó por mi.

—A eso.... pude recordar algo.

—¿Que recordaste? Tampoco te estoy presionando para que me lo digas —eso último lo soltó rápido.

—Carretera y Lluvia —respondí en voz baja.

—¿Recuerdas la psicóloga de la que te hable?

—Sí.

O eso creo porque soy muy olvidadiza con las cosas que me dicen.

—Ella podría ayudarte.

—No creo que funcione.

—Funcionará, lo prometo.

Tener a Craig como hermano, es como tener a un ángel caído del cielo. Desde siempre se preocupa por mi y él es el único en informarse de este tipo de situaciones.

Lo abrase con fuerza y lágrimas caían de mis ojos.

—Quiero hacerlo por tu bien —susurro.

—Lo sé.

Craig y Reese son los que más se preocupan por mí en estas ocasiones.

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INFINITAS GRACIAS 😭❤️
Craig es muy lindo
Más adelante se vienen cositas
demasiado interesantes.
Lxs amo <3