22. Kuroo

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La comida de este restaurante sí está bien rara, puras porciones chiquitas y sin sal. Salaverga, esto me confirma que la jefa del Oxígeno guisa perron y no está a discusión, es que en buen pedo deberían probar algo suyo pa' que comprueben lo que digo, por algo siempre estamos metidotes en su casa, además siempre le paso una lana de mi sueldo a la tía Oikawa, sí, porque podemos estar siempre en su cantón y comer todo lo que haga, pero no somos unos vividores, aunque bueno, yo siempre termino pagando las partes del pinche Astato y el Bromo. Pinches pozos sin fondo, sí se pasan de lanza.

Me quedo mirando al patrocinador de nuestro almuerzo y no sé, tengo ganas de preguntarle algo que me ha hecho ruido desde que lo vi, es medio seriecito, tanto que me recuerda al señorito Kei.

—Oye niño bonito— llamo poniéndole fin al hecho de que ese muchachito no se ha dejado de comer con la mirada a mi carnal y él ni en cuenta, está re metidote comiéndose unos tacos de salmón. Igual hay que meterle nitro porque el Hidrógeno y el Titanio nos van a contar un chismesote y pues nadie se niega a un chisme de barrio. —¿Siempre invitas a tus asaltantes a almorzar?— pregunto con curiosidad porque este comportamiento no es normal, es decir cualquier persona se encabronaria si se encuentra con su asaltante como el Suga y el Sakusa, esos sí son normalitos, bueno, a medias porque el Suga anda de manitas sudadas con el wey que quiso quitarle su celular.

La gente es re random

—¿Asaltante?— el chico de ojos azules parece sonreír un poco con la situación —Bokuto...— miró de nuevo a mi bro como si fuera espectáculo de circo o algo así. Bien raro el vato, aunque bueno teniendo a un Bromo enfrente yo también le andaba tirando los perros, heredó todos los encantos de la tía Bokuto— Bokuto no me asaltó— terminó de decir y me quedo re bobinado

Ah chinga ¿cómo estuvo ese pedo? 

—No entiendo— me atrevo a decir aún con el riesgo de quedar como pendejo

—Yo iba caminando y lo ví

—Entonces me dio su celular —interrumpio mi brodi bien animado y yo sólo solté una carcajada bastante sonora llamando la atención de todos en el lugar —¿De qué te ries wey?— me limpió una lágrima imaginaria y lo acerco a mi

—Imbecil, ese no fue un asalto— susurro con discreción para que el chico no nos mande con la poli

—¿Quééééééé?

—Callate el hocico— le pongo mi palma en la boca y él la babea haciendo que la quite inmediatamente

—¿Ocurre algo?— pregunta y niego con la cabeza, aunque...

—Oye precioso— llamo y Bokuto me suelta un putazo por debajo de la mesa ¿Ora que pedo? No me digas que a ti también te gustó un niño mamón. Nambre si estamos cabrones, aunque yo todavía puedo seguir coronandome como el único que aún no se encula, yo quiero que el enculado sea él y no yo porque eso no sería muy chacal de mi parte — ¿Conoces al señorito Kei?— me atrevo a preguntar, porque no seas mamón, no vaya a ser que todos nos estamos metiendo en el mismo pedo y no tenemos ni puta idea.

Porque si capean que el señorito Kei y el güerito del Oxígeno se conocen ¿verdad? Hay que medirle el agua a los tamales antes de lanzarse a los madrazos.

—¿Señorito Kei?— repite y empieza a pensar —Kei, Tsukishima Kei—

Ah vale verga, todo está conectado

—Nuestros padres tienen negocios juntos y él y yo fuimos compañeros de piano—

¿Así que toca el piano? Interesante

Recibe una llamada y nos pide disculpas para contestarla

—Ya te vi, culero— le digo al Bromo —Le andas echando ojitos al morrito ese—

—Es que...— dice —Ustedes me metieron a una pendeja apuesta sin preguntarme y debo buscar opciones y muy alchile él es una excelente opción—

—Pero si para algunas cosas no estás tan tarugo como pensaba—

—Huevos—

—Igual, hasta creo que le puedes ganar a Oikawa, el morrito no te es indiferente y te ha estado viendo todo el almuerzo—

—¿Crees que le parezca atractivo?— me pregunta emocionado

—Es eso o le pareces un fenómeno de circo— río y él se deprime

Niego con la cabeza siempre es lo mismo. Se lleva, pero no sé aguanta

—Bueno, debo retirarme. Mis padres van hacer una cena y debo verificar que los preparativos estén bien—

—Oh, no te preocupes. Nosotros también nos íbamos, en el barrio se están cociendo las habas— digo y él alza una ceja confundido —Bueno, no importa— resto importancia al asunto

—Agaashe— dice mi carnal y él morrito se detiene

Ah perro, hasta con apodos y todo. El maldito no pierde el tiempo

El morrito se voltea sin cambiar esa expresión aburrida en su rostro ¿es neta Bromo? Es muy diferente a ti, parecen como el agua y el aceite

—¿Te volveré a ver?— lanza la matadora y el chico se encoje de hombros para después retirarse

—Yo creo que debes buscar otra opción— le digo —O vas a perder la apuesta— me río y nos levantamos para ir a la reunión de los Hidropikos, es una pena que el Oxígeno no vaya asistir por andar de ligón.

Ni pedo ya le contaremos el chisme más tarde

Seguro la ha de estar pasando bien, me siento como un papá orgulloso.

Ahora vamos a ver con que jalada nos sale el Hidrógeno

Vamo' a portarnos malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora