S2| Capítulo 34. Último beso.

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Mikasa Ackerman regresó a casa alrededor de las 6:30 pm después de sus lecciones de inglés.

Se detuvo en el recibidor al ver a su hermano acostado aún con ropa de dormir en el sillón.

— ¿No deberías disfrutar tu último día en Tokio junto a tu novia?

Levi apartó la mirada de su lectura incorporándose en el asiento.

— En vacaciones trabaja la jornada completa, así que estará cansada, no quiero molestarla.

Se puso de pie para volver a su habitación, más, Mikasa lo detuvo poniendo una mano en su pecho.

— Tienes que decirme qué te está pasando, desde que volvimos del almuerzo en el club has estado actuando extraño. Anoche podía jurar que estabas siendo demasiado amable con la tal Historia Reiss.

— Tsk, es que es muy bonita, no pude evitarlo.

La pelinegra le propinó un golpe en la boca del estómago, cuando sus ojos se tornaban serios, Mikasa Ackerman era una chica a la cual temer.

— A ti no te gustaría que __________ hiciera algo igual, ¿O sí?

— Sólo conversamos, no veo el problema; deberías ocuparte en tus asuntos.

Levi apartó la mano de su hermana para marcharse de la habitación.
Se dejó caer en la cama, por accidente sobre su móvil, percatandose de nuevos mensajes en su Whatsapp.

Tenía dos mensajes de ___________, se trataba de las fotos que se tomaron el día anterior en el elevador.

Sonrió nostálgico para volver a bloquear la pantalla, apartó su teléfono colocándolo en la mesita de noche.

El reloj marcaba las 07:00 pm, ella ya debía haber salido del trabajo, no tenía tiempo para ir a recogerla, pero sí de visitarla y cenar juntos.

Decidió levantarse para darse una ducha, alistarse e ir a verla, Mikasa tenía razón, era su última noche en Tokio, pasaría un tiempo hasta que volvieran a verse.

Sonaba como un buen plan, hasta que en el pasillo, uno de los empleados le salió al encuentro.

— Señor Ackerman, tiene una visita en la sala.

Terminó de ponerse el abrigo gris para bajar a ver de quién se trataba.

— Hola Levi, espero no ser inoportuna.

— Historia, ¿Qué te trae por aquí?

— Tengo un par de entradas para el teatro, la función es en menos de treinta minutos, ¿Te gustaría ir conmigo?

El azabache no respondió por un momento, no consideraba correcto salir con una chica sin decírselo a ________.

Pero... Sólo acompañaré a esta chica para que no vaya sola a la función, se lo contaré todo más tarde. Se dijo como una forma de calmar la culpa.

— Claro vamos — respondió — señor Osaki, lleve el coche que mi padre me prestó a la entrada, lo usaré esta noche.

Unas horas antes.
Narra __________.

— Oye, dudo mucho que esos libros puedan estar más limpios — escuché la voz se Hange a mis espaldas.

Tenía razón, no tengo idea de cuánto llevaba frotando el mismo encuadernado; terminé por colocarlo en el anaquel correspondiente.

— Lo siento, me distraje un poco... —

𝚀𝚞é𝚍𝚊𝚝𝚎 𝚌𝚘𝚗𝚖𝚒𝚐𝚘 | ʟᴇᴠɪ ᴀᴄᴋᴇʀᴍᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora