S3| Capítulo 37. No, no es una cita.

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Me gustan los domingos porque Hange deja el desayuno preparado, es su forma de disculparse por pasar todo el día fuera de casa con Moblit, le he dicho repetidas ocasiones que no es necesario, es normal que salga con él, después de todo, es su prometido.

Pero ella insiste en dejar deliciosos platillos para que pueda dedicarme a estudiar sin interrupciones. Y yo, simplemente no me puedo resistir.


Domingo

Salí de mi habitación a las once de la mañana, encontré unos waffles en el horno y frutos rojos en un recipiente.

— Ay, te amo Hange — balbuceé.

Después de preparar mi taza matutina de café, serví los waffles con fruta, para terminar yendo hasta la sala. Encendí el televisor sin embargo, lo mismo de siempre, no me apetecía ver algo en especial.

Decidí dejar la transmisión de “Kiss &  Tell Tokio”, un programa propio de la ciudad donde cuentan chismes sobre las personas famosas, algunos millonarios, etcétera.

Comencé a comer mis waffles calientitos mientras escuchaba la canción de intro y la tarareaba, en efecto, siempre me aprendo las letras de las canciones, incluyendo los anuncios de leche.

Cuando presentaron los titulares, el café casi se me va a los pulmones después de ver un estético rostro blanquecino, orbes azul grisáceo, una nariz pequeña/fina, y labios carentes de expresión.

Cuando presentaron los titulares, el café casi se me va a los pulmones después de ver un estético rostro blanquecino, orbes azul grisáceo, una nariz pequeña/fina, y labios carentes de expresión

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Llevé una mano a mi agitado corazón, fui ingenua todo este tiempo al pensar olvidarlo de la noche a la mañana, ¿No es mi primer amor? Sí, vaya que lo es.

De pronto, las cosas parecían ir en cámara lenta, con el título: El primer libro de Levi Ackerman será publicado a finales de primavera en Edimburgo.

Levi estaba de pie, sosteniendo orgulloso su primera obra, lo acompañaban tres mujeres, una pelirroja, otra de cabello castaño y pecas, pero, quien llamó mi atención fue una chica realmente preciosa; parecía una muñequita sacada de algún cuento de hadas, se asemejaba a Petra Ral por su elegancia, pero ella tenía el cabello rubio y ojos azules.

Levi estaba de pie, sosteniendo orgulloso su primera obra, lo acompañaban tres mujeres, una pelirroja, otra de cabello castaño y pecas, pero, quien llamó mi atención fue una chica realmente preciosa; parecía una muñequita sacada de algún cuento de...

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𝚀𝚞é𝚍𝚊𝚝𝚎 𝚌𝚘𝚗𝚖𝚒𝚐𝚘 | ʟᴇᴠɪ ᴀᴄᴋᴇʀᴍᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora